Bristol-Myers Squibb (BMS) ha sorprendido al sector farmacéutico poco antes del cierre de año con el anuncio de la venta de su negocio de diabetes tipo 2 a AstraZeneca (AZ), compañía con la que ha colaborado desde enero de 2007 en la investigación, desarrollo y comercialización de productos para tratar esta enfermedad, de la que se espera un aumento de prevalencia en los próximos años.
Según la compañía, el acuerdo alcanzado incluye un pago inicial por parte de AZ de unos 2.700 millones de dólares (unos 1.955 millones de euros), a los que habrá que sumar 1.400 millones adicionales en función de objetivos regulatorios y ventas de aquí a 2025.
A esta cantidad se podrían añadir 225 millones adicionales en el momento en que se transfieran todos los activos. A través de esta operación, el laboratorio británico se quedará con toda la cartera de productos de BMS, compuesta por Onglyza (saxagliptina), Kombiglyze XR/Komboglyze (saxagliptina y metformina liberación prolongada), Forxiga (dapagliflozina), Byetta (exenatida), Bydureon (exenatida de liberación prolongada para suspensión inyectable) y Symlin (pramlintida acetato).
Asimismo, acogerá a los 4.100 empleados de BMS que trabajan en esta área terapéutica, incluidos los de la recién adquirida Amylin, excepto un grupo de investigadores que permanecerá en BMS para dar apoyo en el proceso de transición.
El CEO de la firma americana, Lamberto Andreotti, ha señalado que con la venta la compañía que dirige podrá "evolucionar hacia un modelo de negocio centrado en los medicamentos biológicos, un mercado lleno de oportunidades a largo plazo para pacientes, compañía y accionistas". "De este modo podremos avanzar hacia un modelo operativo más simplificado y coherente con nuestro pipeline y nuestro catálogo de productos", añadió.