Un estudio realizado por ocho universidades norteamericanas y dos de los Institutos Nacionales de Salud del país, ha comprobado que el trasplante de células pancreáticas productoras de insulina puede ayudar a pacientes con diabetes tipo 1 severa a aquilibrar el nivel de glucosa en sangre, y a prevenir shocks hipoglucémicos.
Los trasplantes de células del páncreas que producen insulina han sido durante mucho tiempo la meta terapéutica para prevenir eventos que amenazan la vida de las personas que viven con diabetes tipo 1 severa. Ahora, este nuevo estudio, realizado por las universidades de: Emory, Alberta, Northwestern, Miami, California, Minnesota, Illinois y Pennsylvania, en conjunto con la División de Trasplantes del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), y el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades del Riñón y el Aparato Digestivo (NIDDK), ha concluido que son eficaces, avanzando hacia una posible aprobación de la técnica, que ya se usa en otros países pero que en Estados Unidos sólo está disponible para pacientes que participan de ensayos clínicos.
En la diabetes tipo 1, el sistema inmune destruye las células del páncreas responsables de la producción de insulina, una hormona cuya función crucial es convertir el azúcar de la sangre en energía.
Cerca de un 1 millón de estadounidenses viven con este tipo de diabetes y dependen de inyecciones diarias de insulina, pero aún con estas inyecciones pueden sufrir complicaciones a causa de los cambios de niveles del azúcar en sangre. Algunas personas con diabetes tipo 1 que han necesitado un trasplante de riñón, han recibido un nuevo páncreas al mismo tiempo, y, literalmente, se han curado.
Estos trasplantes son complejos y costosos, por lo que los científicos han buscado durante años una forma menos invasiva de "corregir" la función del páncreas. Y estos trasplantes de islotes de células productoras de insulina serían la solución. "La terapia basada en células es real y funciona, y ofrece un tremendo potencial para el paciente adecuado", dijo el autor líder del estudio, el doctor Bernhard Hering, de la Universidad de Minnesota.
El equipo planea iniciar el proceso de aprobación de la técnica ante la Administración de Drogas y Alimentos, el organismo federal encargado de otorgar la licencia. Las pruebas con trasplantes de islotes de células pancreáticas se realizaron en 48 pacientes, a los que se le trasplantó estas células, en ocho centros médicos.
Un año después del trasplante de células, el 88 % de los pacientes estuvo libre de episodios de hipoglucemia severos, y había mantenido sus niveles de glucosa normales. Dos años más tarde, el 71 % de los pacientes seguía en una buena condición médica, de acuerdo al estudio publicado en la revista Diabetes Care, de la Asociación Americana de Diabetes.
La meta, explicaron los investigadores, no es liberar a los pacientes de las inyecciones de insulina, que requeriría de más células de los islotes pancreáticos funcionando a la perfección. Pero el 52 % de pacientes, después de un año del trasplante, ya no necesitaron inyecciones de insulina, y otros las siguen necesitando, pero en dosis más bajas.
Los efectos secundarios de estos trasplantes incluyen sangramiento y riesgo de infecciones, por eso los receptores deben tomar drogas inmunosupresoras de por vida, para evitar que el organismo rechace las nuevas células.