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Los cambios en el ADN por acumulación de grasas predicen el riesgo de desarrollar diabetes

La forma en que vivimos provoca procesos químicos que encienden o apagan genes sin modificarlos. Es la principal conclusión de un estudio publicado en Nature, que ha descubierto que más de 180 de esos procesos químicos están relacionados con la acumulación de grasas que puede ser resultado de una mala dieta o de falta de ejercicio.

El trabajo ha constatado que conocer estos procesos permite predecir qué personas con sobrepeso u obesidad están en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2; y confirma que la acumulación de grasas es la causa y no la consecuencia de la mayor parte de esos procesos químicos, llamados marcas epigenéticas, unas marcas que son reversibles.

Por ese motivo, afinar en la detección de aquellas personas con alto riesgo de padecer diabetes podría ayudarles a mantener hábitos que eviten o retrasen la enfermedad.

El trabajo analizaó las características epigenéticas de muestras de sangre de más de 5.000 personas en relación con su Indice de Masa Corporal y avanza en el conocimiento de la diabetes tipo 2, que se produce cuando el cuerpo no utiliza adecuadamente la insulina, una hormona que regula el azúcar en sangre, y está muy relacionada con un peso corporal excesivo y con la inactividad física.

El estudio analiza el porqué y ayuda a identificar mejor quiénes tienen mayor riesgo de enfermar por diabetes. La investigación, liderada desde Gran Bretaña y Alemania, analizó datos de más de 5.000 participantes en tres estudios epidemiológicos llevados a cabo previamente.

Para Carolina Soriano, doctora en genética e investigadora del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, “la gran cantidad de datos analizados hace relevante al estudio”. Algo que, recuerda, no es sencillo ni barato. “El análisis del epigenoma de cada persona cuesta bastante más de 200 euros”, detalla.

Lo primero que se analizó fue la relación entre las características del ADN de las muestras de sangre de estas personas y su Índice de Masa Corporal (IMC), una medida que se calcula a partir del peso y la altura y es un indicador clave de la grasa acumulada en el cuerpo. Así fue como se identificaron más de 180 marcas epigenéticas relacionadas con el IMC, y por lo tanto con la acumulación de grasa, que cambian el comportamiento de casi 40 genes.

El estudio abre la puerta a desarrollar nuevos métodos de predicción y prevención de la enfermedad y ha permitido a los científicos comprobar si las marcas y su influencia en el comportamiento de ciertos genes están presentes en otros tejidos más allá de las células de la sangre. Para ello utilizaron muestras de tejido graso o hepático procedentes de otros individuos y constataron que existen coincidencias. “Esto valida los resultados”, explica la doctora.

Además, mediante varios métodos analíticos, concluyeron no solo que la gran mayoría de estas marcas genéticas son consecuencia de la acumulación de grasas, sino que son útiles para predecir, especialmente en el caso de las personas con sobrepeso u obesidad, quiénes tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un futuro.

Esto abre la puerta a desarrollar nuevos métodos para la predicción y la prevención de la enfermedad. “Vistos los resultados, ahora sería interesante estudiar qué cambios epigenéticos se producen en las células de personas que mediante la dieta o el ejercicio reducen su Índice de Masa Corporal”, apunta Soriano.

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