Imagen: Luis Parejo (El Mundo)
La mitad de los diabéticos ignora que padece la enfermedad

La diabetes es una enfermedad silenciosa que inicialmente no causa dolor pero que, si no se controla adecuadamente, va ocasionando un daño que cuando se manifiesta ya tiene repercusiones importantes a nivel cardiovascular, cerebral y renal. En relación con esto, y coincidiendo con el recién celebrado Día Internacional de la Diaetes, se han conocido algunos datos llamativos, como que el 50 % de las personas con diabetes ignoran que padecen la enfermedad y cuando ésta se diagnostica, el paciente puede haber acumulado años de progresión de la misma en los que ha ido avanzando sin control.

Según publica el diario El Mundo en un amplio artículo sobre esta enfermedad, si no se controla, esta deteriora tremendamente el día a día de los pacientes y puede acortar su vida entre 6 y 8 años pero que en su forma más frecuente, es prevenible en gran medida simplemente con hábitos de vida saludables.

Según explica Javier Escalada, director del área de Endocrino y Nutrición de la Clínica Universitaria de Navarra, y presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), "la insulina no ejerce su función adecuadamente y la glucosa no llega a su destino, acumulándose en el organismo y provocando alteraciones inflamatorias en el tejido vascular, renal, cerebral y cardiaco".

El reportaje de El Mundo señala que la incidencia de la diabetes ha ido en aumento en los últimos años, vinculado este aumento al de la obesidad y el sobrepeso, dado que es una enfermedad que se relaciona fundamentalmente con hábitos de vida poco saludables, como la alimentación inadecuada y el sedentarismo.

En este sentido, uno de los datos más preocupantes es el del infradiagnóstico, es decir, población que tiene la enfermedad pero no lo sabe, y se calcula que en esta situación está una de cada dos personas con diabetes. En consecuencia, el 6,7 % de la población global española es diabética sin saberlo, y si no está diagnosticada difícilmente va a desarrollar estrategias para el control de su enfermedad.

Por eso es importante desarrollar estrategias de screening o despistaje de la diabetes, es decir, ir a buscar la enfermedad con una prueba de detección en población con sospecha de que pudiera tenerla, sobre todo, a partir de los 45 años de edad.

Por otra parte, muchos pacientes con enfermedad cardiovascular diagnosticada no descubren que tienen diabetes hasta que sufren un evento cardiovascular, de forma que entre un 20 % y un 30 % de las isquemias de miembros inferiores que diagnosticamos son consecuencia de la diabetes y más de un 30                     % de las personas con diabetes presentan algún tipo de enfermedad cardiovascular.

Los datos sirven para entender la repercusión de la diabetes por su relación con otras enfermedades, y se da la circunstancia de que existe otra entidad previa a la diabetes, que se conoce como prediabetes y que puede aparecer entre 10 y 15 años antes, cuando la persona sufre ya una alteración del metabolismo de la glucosa basal que no se considera diabetes pero que está causando daño a nivel cardiovascular. En cualquier caso, es tal el daño de la diabetes sobre el corazón que se habla ya de una miocardiopatía específica del paciente diabético.

Por otra parte, se calcula que la diabetes acorta la vida entre 6 y 8 años y a la vez deteriora mucho los años de vida por esa afectación de órganos vitales, sin olvidar la retinopatía diabética que es quizá la principal preocupación de los pacientes por la ceguera que puede causar. De esta forma, un 50 % de los pacientes con diabetes de más de 20 años de evolución presentan retinopatía diabética, al tiempo que la diabetes es la principal causa de amputación no traumática de los miembros inferiores en países industrializados, por el daño que va causando a nivel vascular en los vasos de las piernas.

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