Apple sigue trabajando en la posibilidad de medir la fiebre, y la glucosa en sangre a través de una nueva versión de su Apple Watch, cuyo principal objetivo no pasa por extender las funciones del móvil, sino adentrarse en el campo de la salud, para convertirse en un dispositivo enfocado a controlar la salud y el bienestar.
De esta manera, los expertos dan por hecho que el Apple Watch Series 7 que veremos este año, no incorporará grandes novedades, pero se espera que tenga una mejor pantalla, con un grosor más fino y y una nueva técnica de laminación que podría reducir la distancia entre la pantalla y la cubierta frontal. También incorporará la banda ultraancha, con un menor consumo y sin conflictos dentro de la banda.
Sin embargo, entre los objetivos de la compañía de Cupertino destaca que el modelo de 2022, que debería ser el Apple Watch Series 8, incorpore un medidor de temperatura que le permitiría detectar si el usuario tiene fiebre; así como incorporar al Apple Watch un medidor de glucosa en sangre, que permitiría vigilar y gestionar la diabetes a las que personas que padecen esta enfermedad.
La gran innovación es que Apple utilizaría un sensor capaz de medir ciertos cambios en la sangre sin necesidad de pinchar con una aguja, aunque un informe de Bloomberg deja claro que aún podría tardar "varios años" en conseguirlo, ya que se trata de una medición extremadamente compleja y que, además, debe llevarse a cabo con precisión.
Entre los problemas que tiene que manejar Apple para conseguir estos objetivos destaca el poco espacio que hay en el interior del Apple Watch, que hace que no se puedan añadir y añadir sensores sin más, sino que hay que encontrar nuevo sitio, e incluso no es descartable que, en próximos años, haya que descartar ciertos sensores, para incluir otros nuevos.
