En España, unos 29.000 niños menores de 15 años tienen diabetes y, cada año, se añaden unos 1.100 casos nuevos. Este dato cobra importancia durante este mes de septiembre, época en la que los niños se incorporan al colegio.
Durante estos primeros días del mes, la vuelta al cole supone para los niños restablecer las rutinas y preparar el nuevo curso que, en el caso de los padres de niños con diabetes, implica la necesidad de reorganizar los horarios de medición de la glucosa así como preparar la administración de la insulina adecuándola a la actividad escolar.
Los centros educativos, en general, y los profesores, en particular, tienen una gran responsabilidad y juegan un papel fundamental en el control de la diabetes entre los más pequeños. En este sentido, Ángel Cabrera, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE), ha asegurado que “los niños más pequeños son los que pueden tener más dificultades, porque su corta edad puede complicar la autogestión de su propia diabetes, teniendo que depender, para ello, de los adultos. En el caso de los niños con más edad, aunque son más autosuficientes, también es necesario hacer seguimientos ya que se pueden producir, igualmente, subidas (hiperglucemia) y / o bajadas (hipoglucemia) de azúcar”.
Por este motivo, es importante que los profesores estén atentos a las necesidades de estos niños y que conozcan los síntomas que caracterizan las caídas y subidas de los valores glucémicos. Se trata de saber qué hacer cuando se producen estas oscilaciones, y cuándo el niño debe poder comer o acceder a glucosa de absorción rápida en el caso de que se produzca una hipoglucemia o administrarse insulina para reducir esos niveles, en el caso contrario.
Por este motivo, la Federación de Diabéticos Españoles ha pedido que los centros educativos cuenten con profesionales sanitarios para atender a todos los niños, y no sólo a los que tengan diabetes.
Además, instan a los padres a facilitar a los profesores en los centros educativos toda la información por escrito sobre la diabetes de sus hijos. Entre esta información, destacan la pauta habitual de insulina (tipo de insulina y dosis) y en situaciones especiales; los autoanálisis, los valores considerados normales para su hijo y cómo actuar en caso de presentar valores alterados; información sobre comidas, especialmente acerca de las variaciones que deben aplicarse al menú general de la escuela; o pautas a seguir en relación a la práctica de deporte o ejercicio físico.
En relación con la hipoglucemia, los profesores deben disponer de información escrita sobre los síntomas que habitualmente presentan los niños para poder identificar la situación.
Otro factor importante a tener en cuenta son los menús de los centros educativos. En España, cerca de dos millones de niños comen en la escuela donde el menú escolar tiene una dimensión educativa y social, y donde se aprenden buenos hábitos y se estrechan vínculos entre compañeros.
En relación a los menús para los niños con diabetes, 9 de cada 10 centros los ofrecen a sus alumnos, aunque la mala noticia es que 1 de cada 3 presenta carencias dietéticas, un aspecto donde la Federación de Diabéticos reclama una mayor atención.
Además, es necesario hacer hincapié en que, en ocasiones, la diabetes puede generar un sentimiento de culpabilidad en los más pequeños que hay que combatir y donde profesores y centros educativos deben asumir un rol de educadores en todos los sentidos del término, trasmitiendo valores positivos, de integración y solidaridad.