La insulina ayuda a que el azúcar de la sangre entre en las células; sin embargo, según algunos estudios de reciente aparición, la nicotina podría hacer cambiar a las células haciendo que estas no respondan a la insulina y favoreciendo la aparición de diabetes.

En este sentido, la doctora María Ibáñez, cardióloga del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, ha explicado que "fumar podría aumentar entre un 30 y un 40 % la probabilidad de presentar diabetes tipo II, y además, las sustancias químicas que hay en los cigarrillos dañan las células de los vasos sanguíneos causando inflamación”.

Así las cosas, según esta doctora, “la enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de muerte en nuestro país y tanto la diabetes como el tabaquismo y la inflamación que producen sobre los vasos sanguíneos aumentan su riesgo”.

De esta manera, las consecuencias de un tabaquismo crónico a nivel respiratorio son principalmente las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) y el cáncer de pulmón, pero también es causa del empeoramiento en pacientes asmáticos y actúa como factor de riesgo para las infecciones respiratorias. En este sentido, la doctora ha afirmado que “no hay que olvidar tampoco que fumar provoca el envejecimiento prematuro de la piel, aumenta el riesgo de padecer psoriasis y reduce la fertilidad”.

La doctora ha destacado en este sentido que “dejar de fumar reduce el riesgo de diabetes, fomenta un mejor funcionamiento de los vasos sanguíneos y contribuye a la mejoría de la función cardíaca y pulmonar”.

Por su parte, el doctor Juan Carlos Padilla, especializado en deshabituación tabáquica de la Unidad de Neumología del Hospital Vithas Medimar, sugiere una serie de pautas que ayudan a dejar de fumar, basadas en la actitud frente a dicha decisión y en los hábitos rutinarios. Según explica, se deben aceptar los motivos por los que debemos dejar este hábito y tener una actitud positiva ante la iniciativa; y recomienda establecer una fecha como referencia clave para el cambio de vida.

Padilla ha afirmado en relación con esto que “los primeros días el deseo de fumar es muy intenso, pero poco a poco irá disminuyendo; se debe tomar la decisión de no fumar en la actualidad, no pensando en el futuro. Ante el deseo de fumar es conveniente respirar profundamente, relajarse, beber agua y masticar chicle”, al tiempo que recomienda “hacer dieta en el periodo inicial, realizar comidas ligeras basadas en vegetales y frutas en cantidades abundantes, ya que facilitan la abstinencia y aportan vitaminas C y B. Además de evitar el azúcar, condimentos fuertes, mostaza, pimienta y chile porque impiden la absorción de ciertas vitaminas y producen un aumento del ansia de fumar”.

El especialista destaca la importancia de la hidratación a base de agua, zumo de frutas naturales o leche, para eliminar la nicotina y evitar la ansiedad, además de ser necesario para el sistema nervioso; y aconseja evitar el café, el té y el alcohol, ya que son estimulantes y pueden generar más ganas de fumar.