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Evalúan los riesgos de utilizar medicamentos contra la diabetes para adelgazar

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha advertido de un aumento en la demanda y desabastecimiento de un grupo de medicamentos análogos de GLP1 de uso semanal, utilizados habitualmente para tratar la diabetes, y ha recomendado no iniciar nuevos tratamientos hasta que se restablezca su disponibilidad.

 

En nuestro país, el tratamiento aprobado por la AEMPS es Saxenda (liraglutide), aunqye también se prevé la aprobación de semaglutide, que, para el tratamiento de la obesidad, se llamará wegovy, en un corto periodo de tiempo. Ahora la duda es si estos medicamentos son verdaderamente eficaces contra la obesidad, cuánto peso se podría perder realmente con elloos, y qué riesgos conlleva su uso.

En este sentido, Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha explicado que la hormona gastrointestinal GLP1 es parte de la familia de las incretinas, unas hormonas que se producen en el intestino como respuesta a los alimentos que comemos. El caso es que además de tener efectos en la mayoría de las partes del cuerpo, estas hormonas estimulan la secreción de insulina por parte del páncreas.

Los estudios han demostrado que la mayoría de los pacientes que utilizan este tipo de fármacos pierden una cantidad de peso "sustancialmente mayor" a aquellos que no lo consumen, de manera que con estos medicamentos de uso diario, el 67 % de las personas perdieron más del 5 % del peso inicial, mientras que el 27 % perdió más de 10 %. En cambio, con los GLP1 de uso semanal, más del 80 % de las personas en tratamiento consiguieron perder más de 5 % del peso inicial y hasta el 66 % perdieron más del 10 %.

Según sentencia Ana de Hollanda, estos medicamentos “son, claramente, una familia de medicamentos efectivos para el tratamiento de la obesidad”.

Entre los grandes problemas de utilizar estos medicamentos para adelgazar destaca que el hecho de que estos fármacos están diseñados para el tratamiento de problemas de salud crónicos, como la diabetes y la obesidad, por lo que la duración del tratamiento también ha de ser crónica.

En este sentido, la especialista en Endocrinología y Nutrición ha alertado de que el “efecto rebote” puede suceder tras suspensión brusca del tratamiento, de forma que “si se utiliza un medicamento que disminuye el hambre, la cantidad de alimentos que se consumen también disminuye. Pero, si se suspende el tratamiento y la ingesta de alimentos vuelve a aumentar, sin duda tendremos un efecto rebote o recuperación del peso que se ha perdido".

Por este motivo, la experta ha subrayado la importancia de que el uso de estos medicamentos sea supervisado por un equipo médico, de acuerdo a las necesidades de cada paciente y con un plan de actuación pactado previamente al inicio.

Así las cosas, el uso de esta familia de medicamentos puede traer consigo efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarreas o estreñimiento. En este sentido, Ana de Hollanda ha advertido de que una falta de supervisión médica puede suponer que los pacientes que lo usen inadecuadamente requieran acudir a los servicios de urgencias, y ha afirmado taxativa que “un acompañamiento médico, al inicio de la medicación, podrá dar recomendaciones sobre cómo actuar ante la aparición de estos efectos secundarios”.

La endocrinóloga sostiene que este tipo de fármacos están contraindicados en casos de antecedentes de un tipo muy poco frecuente de cáncer de tiroides, y de igual manera, recomienda tomar precauciones en aquellas personas con antecedentes de pancreatitis.

En relación con la obesidad, la experta ha afirmado que "se trata de una enfermedad y no siempre el peso se puede controlar por la voluntad de la persona que la sufre. Los medicamentos para su tratamiento son efectivos, han demostrado una pérdida de peso mucho mayor que otros y, además, evitan que se desarrollen otros problemas de salud como la diabetes", al tiempo que denunciaba que "simplificar el problema de la obesidad a que sea debida a malos hábitos y falta de ejercicio es un error”.

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