2 de cada 10 diabéticos estará en riesgo de amputación de sus piernas

Cada 20 segundos en algún lugar del mundo un paciente sufre una amputación de una pierna como consecuencia de las complicaciones de la diabetes. Ahora se ha sabido que el riesgo de perder una extremidad inferior afectará al 20 % de los diabéticos, según ha informado la podóloga Laura Carrasco Cortijo, responsable del servicio de la Unidad de Pie Diabético del Hospital Valdecilla de Santander.

 

Esta especialista ha exlicado, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que tenemos «una oportunidad para concienciar sobre el impacto de la diabetes en la salud y para resaltar las oportunidades para fortalecer la prevención, el diagnóstico y el tratamiento»; porque «muchas de estas amputaciones son prevenibles si se realizan pruebas periódicas y se logran detectar de forma temprana las complicaciones».

Esta podóloga forma parte de un equipo multidisciplinar, integrado por Cirugía Cardiovascular, Ortopedia, Endocrinología y Enfermedades Infecciosas, que viene «realizando valoraciones neurológicas, vasculares, tratamiento de úlceras, educación y prevención diabetológica», una colaboración que «reduce de forma considerable» los problemas graves derivados de una úlcera.

«La figura del podólogo ha demostrado la mejora de tasas de amputación, mortalidad, ingresos y costes», ha subrayado Carrasco, que cifra en más de 3.600 los pacientes atendidos al año en su Unidad.

Así las cosas, según ha detallado la experta, «entre el 15 y el 25 % de personas con diabetes padecerán una úlcera en el pie a lo largo de su enfermedad. El Pie Diabético se ha definido como un marcador de morbimortalidad en paciente con diabetes, ya que en el 85 % de los casos una amputación va a ir precedida de una úlcera».

De ahí, que insista en el cuidado y el control de esas lesiones iniciales, tanto en el ámbito sanitario como a nivel personal, porque, además, «la tasa de mortalidad de los pacientes que sufren una amputación supera el 70 % a los 5 años, y es mayor que muchos de los cánceres más comunes, tales como mama o próstata».

El control de esas úlceras beneficia al paciente pero también al sistema sanitario. No en vano, «el coste del tratamiento de un paciente con una úlcera en el pie que no cicatriza se sitúa en 20.000 euros en Europa, frente a los 7.700 que supone cuando se consigue cicatrizar. Sin embargo, estos costes se multiplican por dos si el paciente tiene infección, o por cinco si coexisten infección y enfermedad vascular periférica», ha detallado la podóloga al Diario Montañés.

La parte positiva es que «cada vez hay mejores tratamientos», pero la negativa, es que persiste la necesidad de «mejorar el acceso a los sistemas integrados (monitorización continua a tiempo real), ya que en general no se financia a los menores de 18 años».

En este sentido, desde la Asociación Cántabra de Diabéticos lamentan que la lista de reivindicaciones de este Día Mundial sea «exactamente la misma que la de los últimos años, porque la legislatura pasada no se avanzó nada». En ella se encuentran las bombas de asa cerrada, que funcionan como un páncreas artificial y supone «un cambio radical en el control de la enfermedad".

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