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Cuatro de cada diez diabéticos desarrollará una enfermedad renal

Un 40 % de las personas con diabetes tendrán, en algún momento de la evolución de su enfermedad, algún tipo de patología renal, según han destacado expertos del Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (Grupo CTD).

Existe una estrecha vinculación entre la diabetes tipo 2 y la enfermedad renal, que acarrea importantes consecuencias clínicas, económicas y sociales. La diabetes, y en particular la diabetes tipo 2 (DM2), es la primera causa de insuficiencia renal terminal y, a su vez, la enfermedad renal es una de las complicaciones más relevantes que dificultan el control de la diabetes.

Además, se ha evidenciado que las personas con DM2 y enfermedad renal tienen un mayor riesgo cardiovascular y un peor pronóstico vital.

El grupo está coordinado por los doctores Esteban Jódar, jefe de Departamento de Endocrinología y Nutrición Clínica en QuironSalud, Madrid; Francisco Javier Ampudia-Blasco, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valencia; y Rafael Simó, jefe de la Unidad de Investigación en Diabetes y Metabolismo del Instituto de Recerca Hospital Universitario Valle de Hebron.

Además, reúne a otros 11 expertos en diabetes de 5 especialidades: Cardiología, Endocronología y Nutrición, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna y Nefrología.

En general, las personas con nefropatía diabética, dependiendo del estadio de su enfermedad, requieren tratamientos complejos para el control de trastornos tales como la hiperglucemia, la hipertensión arterial o la hiperlipidemia; además, no todas las opciones terapéuticas para el tratamiento de estas enfermedades se pueden utilizar en estos pacientes.

"En algunos casos, hay que reducir dosis para adaptarlas al filtrado glomerular decreciente, y en otros, simplemente suspender el tratamiento vigente y cambiarlo por otro más apropiado. Pero, además, los objetivos terapéuticos son incluso más estrictos en estos pacientes (similares a los pacientes con enfermedad cardiovascular). También estos pacientes son más vulnerables a la hipoglucemia, por lo que adaptar el tratamiento insulínico en estos casos es una tarea compleja", ha explicado Ampudia-Blasco.

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