Un estudio ayuda a identificar a niños en riesgo de padecer diabetes

Investigadores de la Universidad de Plymouth en Reino Unido, en colaboración con Nestlé, han revelado nuevos conocimientos sobre los factores biológicos y fisiológicos que predisponen a niños a desarrollar diabetes tipo 2 en la edad adulta.

Estos hallazgos surgieron a partir de un estudio denominado Earlybird, que realizazó un seguimiento a 300 niños sanos en Plymouth durante 15 años para determinar quién correría el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y por qué.

En concreto, los investigadores analizaron los cambios del metabolismo con el crecimiento, desde los cinco años hasta una edad adulta temprana; y los últimos resultados, publicados en la revista Diabetes Care, han demostrado que el primer factor que conduce a la prediabetes es la disfunción de las células beta pancreáticas, con independencia del peso corporal. Estas células del páncreas son las que producen la insulina, encargada de regular los niveles de azúcar en la sangre.

El estudio señala que la disfunción de estas células beta se asocia con factores genéticos previamente asociados con diabetes tipo 2 en adultos. En este sentido, Jon Pinkney, profesor de Endocrinología y Diabetes en la Facultad de Medicina de la Península de la Universidad de Plymouth y Médico Consultor Honorario en Endocrinología y Diabetes en los Hospitales Universitarios Plymouth NHS Trust, ha alertado de que "la creciente prevalencia de diabetes tipo 2 es uno de los mayores desafíos de salud a nivel mundial, y existe una necesidad urgente de desarrollar estrategias efectivas para la intervención y prevención tempranas"-

El experto ha reconocido que esta investigación es una posibilidad para el "asesoramiento individualizado" y la "intervención temprana" de cara a reducir los riesgos de una futura diabetes tipo 2 en la infancia.

Por su parte, François-Pierre Martin, experto en metabolismo, ha explicado que si bien la disfunción de las células beta es "independiente del peso corporal", el aumento de peso posterior durante la pubertad "agrava" la progresión de prediabetes a diabetes, "lo que enfatiza la importancia de las intervenciones nutricionales y de estilo de vida en la infancia para reducir los riesgos de desarrollar diabetes", ha añadido.

El estudio Earlybird comenzó a funcionar a principios de la década de los 2000 cuando la idea de que los niños pudieran desarrollar diabetes tipo 2 era "casi desconocida", pero los investigadores han mantenido una alta proporción de niños participantes durante el período que ha durante el estudio.

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