Dos herpesvirus comunes podrían contribuir a alterar el metabolismo de la glucosa y, por lo tanto, a aumentar el riesgo de desarrollar diabetes, según las conclusiones de un nuevo estudio publicado en Diabetología, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD).
Los herpesvirus son uno de los virus más frecuentes en el ser humano, con ocho tipos conocidos en la actualidad, de los cuales, dos de los más comunes podrían contribuir a alterar el metabolismo de la glucosa y a aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.
La investigación se basó en los datos sanitarios de 1.967 individuos de la plataforma de investigación sanitaria basada en la población KORA (Investigación Sanitaria Cooperativa en la Región de Augsburgo), desarrollada en el sur de Alemania, cuyos participantes se sometieron a exámenes de salud detallados al inicio (2006-2008) y en el seguimiento (2013-2014), que incluían pruebas para detectar la presencia de herpesvirus humanos, pruebas de tolerancia a la glucosa oral (OGTT) y medición de la hemoglobina glucosilada (HbA1c), una medida del control de la glucemia, en los tres meses anteriores.
El grupo de estudio tenía una edad media de 54 años al inicio del estudio, y mientras 962 (49 %) eran hombres, 999 (51 %) eran mujeres. El análisis de la incidencia del desarrollo de prediabetes utilizó los datos de los 1.257 participantes con tolerancia normal a la glucosa al inicio del estudio con una edad media de 49 años.
Los participantes sin diagnóstico previo se sometieron a una OGTT estándar, por lo que se les asignó el estado de diabetes utilizando los umbrales recomendados por la Asociación Americana de Diabetes. Además, se realizaron análisis adicionales de las muestras de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra siete de los ocho herpesvirus humanos conocidos, lo que indicaría la presencia de infecciones tanto primarias como latentes.
Los autores descubrieron que la edad, el IMC, el tabaquismo y los años de educación estaban relacionados con el riesgo de desarrollar tanto prediabetes como diabetes tipo 2.
Aunque los herpesvirus son persistentes en sus huéspedes, no siempre pueden ser detectados por los anticuerpos en sangre, ya que la infección suele producirse en la primera infancia, aunque puede tener lugar en etapas posteriores de la vida. Por ello, aunque las seroconversiones observadas pueden ser casos nuevos, es más probable que se deban a la respuesta inmunitaria a un virus no detectado anteriormente.
Del mismo modo, una persona que pierde la seropositividad no puede considerarse libre del virus y es mucho más probable que se encuentre en un estado de latencia indetectable.
Los autores del estudio de la Ludwig-Maximilians University y la Helmholtz de Múnich (Alemania), han explicado que «nuestro estudio sugiere que mientras la incidencia de prediabetes se explicaba principalmente por la edad, el IMC, el colesterol y la glucosa en ayunas, tanto el VHS2 como el CMV añadían información de riesgo adicional y complementaria, a pesar de la alta prevalencia y coocurrencia viral».
En cualqquier caso, los mecanismos por los que estos virus podrían contribuir al desarrollo de la prediabetes aún están por descubrir.