Suscríbete gratis a nuestro Boletín semanal y recibe las últimas noticias relacionadas con el mundo de los diabéticos.

Falsos delgados, el problema oculto que provoca diabetes y más mortalidad

Aunque el Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida útil como aproximación para diagnosticar obesidad, la evidencia científica demuestra que no es suficiente, ya que  un culturista de baja estatura, al pesar el músculo más que la grasa, podría ser clasificado como una persona con sobrepeso, aun teniendo un buen estado de salud, mientras que una persona alta y delgada, pero con “barriga cervecera”, podría ser asignada como normopeso, aunque su metabolismo se encuentre alterado.

 

Este último grupo se denomina habitualmente “falsos delgados” (FD) y se define precisamente así: individuos con un IMC indicativo de normopeso, pero con un porcentaje de grasa corporal elevado, principalmente a nivel visceral. En la actualidad, los FD son la excepción a la clasificación de IMC más importante, y se calcula que podrían representar hasta un 22 % de la población mundial.

Así las cosas, tener una cantidad de grasa corporal excesiva desregula todo el metabolismo del organismo, ya que los falsos delgados presentan con mayor frecuencia inflamación generalizada, alteración de lípidos en sangre, hipertensión, resistencia a la insulina. etc., unas desregulaciones que provocan que en los FD se dispare el riesgo de desarrollar patologías crónicas, como diabetes o enfermedades cardiovasculares.

De hecho, al menos en mujeres FD, la mortalidad se duplica, por lo que pasa a ser un problema de salud pública considerable que debe ser estudiado para prevenirlo y tratarlo.

Según cuenta el diario digital El Español, en el grupo de Nutrigenómica, Biomarcadores y Evaluación de riesgos (NuBE) de la UIB llevan años estudiando el fenómeno en roedores y saben qué condiciones deben darse para que desarrollen un estado FD. Básicamente, una alimentación desequilibrada (por ejemplo, alta en grasas) pero sin excedente calórico, es decir, comer mal pero en cantidades moderadas. Incluso hay evidencias de que una alimentación inadecuada de las madres durante la lactancia también puede promover la aparición del estado FD en las crías.

Lo mismo exactamente sucede en las personas, ya que todos tenemos al típico amigo que abusa de la comida rápida y no engorda, y aunque no se perciba a simple vista, muy posiblemente esté acumulando grasa a nivel visceral.

Si a esta alimentación desequilibrada (rica en azúcares y grasas) le sumamos el actual sedentarismo, la falta de ejercicio, el estrés y una genética desfavorable, obtenemos la receta perfecta para crear una población repleta de falsos delgados.

De esta manera, el grupo NuBE decidió investigar sobre biomarcadores predictivos, es decir, los parámetros que puedan medirse objetivamente cuando el individuo está sano, indicando de forma temprana problemas imperceptibles de otro modo.

Las muestras biológicas que cumplen con estas características se pueden obtener con procedimientos simples, tales como orina, saliva o sangre. Ésta última está siendo muy estudiada, pues en la sangre se encuentran células fascinantes: las células mononucleares de sangre periférica, que se hallan en constante circulación, interaccionan con todos nuestros tejidos y pueden reflejar lo que ocurre en otras partes del cuerpo.

Tanto la obesidad como el estado FD se relacionan con la neurodegeneración, siendo la demencia más común el alzhéimer, que no tiene cura.

Encontrar estos biomarcadores evitará procedimientos invasivos, como las biopsias, y al ser tempranos, podría resultar de vital importancia para prevenir enfermedades crónicas.

Investigación