Los metabolitos vegetales, o lo que es lo mismo, las sustancias generadas por los procesos metabólicos de las plantas, constituyen una verdadera mina para la medicina, ya que se calcula que aproximadamente la mitad de los fármacos modernos derivan de esos compuestos. Un buen ejemplo de esto es uno de los medicamentos más utilizados contra el cáncer: el placlitaxel, que procede de la corteza del tejo del Pacífico.
Las distintas especies de plantas producen unos 200.000 metabolitos especializados, pero no es nada fácil identificarlos y obtener la cantidad necesaria para que produzcan efectos terapéuticos... y ese es el reto de los científicos, que descubrieron una sustancia prometedora contra la diabetes tipo 2 que no es sino un metabolito producido una conocida planta de jardín, del género Crocosmia, caracterizada por sus hojas en forma de abanico y sus flores de un vivo color anaranjado.
Lo que tiene de especial este compuesto vegetal es que es un los inhibidor de las alfa-glucosidasas, que disminuyen la absorción de los hidratos de carbono en el sistema digestivo y, en consecuencia, los niveles de glucosa en sangre después de las comidas. El problema es que la inhibición de las alfa-glucosidasas –un tipo de enzimas– también produce desagradables efectos secundarios, tales como diarrea, flatulencia o dolor abdominal.
Tras analizar 30.000 extractos de plantas y otros organismos, los científicos dieron con un compuesto que tenía los mismos efectos inhibidores sin producir molestias intestinales, y lo encontraron en los bulbos de la especie Crocosmia × crocosmiiflora. Sin embargo, todavía quedaba mucho camino por recorrer antes de que pudiera ser despachado en las farmacias.
El metabolito de esta planta ornamental no puede ser producido en grandes cantidades sin conocer los complejísimos mecanismos bioquímicos y los genes involucrados en su biosíntesis; pero ahora, científicos de la Universidad de Columbia en Gran Bretaña y del centro de investigación Canadian Glycomics Network acaban de publicar en la revista especializada The Plant Cell un estudio que muestra los primeros tres metabolitos intermediarios en la biosíntesis de la MbA, incluido un producto denominado mini-MbA, al que han a su vez han asociado con la actividad de cuatro enzimas.
Los expertos canadienses comprobaron que el mini-MbA también tiene el buscado efecto inhibidor en la absorción intestinal de los hidratos de carbono. Además, los científicos han clonado los genes de dichas enzimas para que una planta de tabaco silvestre fabrique por sí misma mini-MbA.