La hiperglucemia aumenta el riesgo de mortalidad por coronavirus, con o sin diabetes

Un nivel alto de azúcar en la sangre, independientemente de la presencia o no de diabetes, aumenta la probabilidad acumulada de mortalidad en pacientes von Covid-19, según un estudio vinculado al Registro Clínico SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (Semi).

El objetivo principal de este estudio, que ha sido publicado en la revista Annals of Medicine, es evaluar la asociación entre los niveles de glucosa en sangre y la mortalidad hospitalaria en pacientes no críticos hospitalizados con coronavirus en España.

Para llevar a cabo la investigaciónse se evaluaron los datos clínicos de 11.312 pacientes, que fueron clasificados en tres grupos, según los niveles de glucemia -concentración de glucosa libre en la sangre- en el momento de su ingreso, con el criterio de valoración principal de la mortalidad hospitalaria por todas las causas.

La conclusión obtenida por este trabajo es que la probabilidad acumulada de mortalidad fue significativamente mayor en aquellos con hiperglucemia que en aquellos con normoglucemia, independientemente de la presencia de diabetes. De esta manera, de los más de 11.000 enfermos analizados, solo 2.128 (18,9 %) tenían diabetes y 2.289 (20,4 %) fallecieron durante la hospitalización.

Las tasas de mortalidad hospitalaria para el primer grupo fueron del 15,7 %; del 33,7 % para aquellos con el nivel intermedio de azúcar en sangre; y del 41,1 % para los pacientes con la concentración más alta. Así, el estudio confirma que la hiperglucemia -después de ajustar parámetros por edad, diabetes, hipertensión y otros factores de confusión- fue un factor de riesgo independiente de la mortalidad y, además, se asoció con los requisitos de ventilación mecánica, ingreso en UCI y mortalidad.

El coordinador de la investigación y también del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Semi, Javier Carrasco, ha aconsejado en este sentido a todos los pacientes con Covid-19 que evalúen su nivel de glucemia y, de ser alta, debe consultar con su médico. "Los pacientes diabéticos podrían necesitar intensificación del tratamiento en las primeras fases de la enfermedad y en los pacientes no diabéticos podría ser necesario iniciar tratamiento", ha concluido el doctor.

Esta investigación es una de las 70 en marcha ligadas al Registro SEMI-COVID-19, que contiene datos de más de 17.000 pacientes infectados y en el que participan casi 900 médicos internistas de 214 hospitales de todo el país.

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