Cleo Berry es un joven estadounidense de 27 años, reside en Los Ángeles y su único problema de salud es el sobrepeso. Sin embargo, para los neoyorquinos que utilizan el metro Berry es el prototipo de persona con diabetes del tipo 2, una de las más peligrosas, que incluso ha perdido una de sus piernas por culpa de una enfermedad que cada vez afecta a más estadounidenses.
En su afán por prevenir la diabetes, el Departamento de Salud Pública de Nueva York compró a la agencia gráfica Image Source una fotografía de Berry tomada en 2008 y la photoshopeó para que se ajustase a la dramática estampa de la enfermedad que querían transmitir a los ciudadanos.
La imagen fue alterada con el famoso programa de retoque fotográfico para que pareciera que el protagonista había sufrido la amputación de la pierna derecha por debajo de la rodilla como consecuencia de la diabetes, según ha denunciado el diario The New York Times. La instantánea original, tomada por el fotógrafo Morten Smidt, muestra a Berry con ambas piernas, sentado sobre una banqueta.
La fotografía aparece en una poster publicitario que advierte sobre los peligros de los malos hábitos alimenticios y cómo la ingesta excesiva de comida poco sana puede a la diabetes, que se caracteriza por altos niveles de glucosa en la sangre y puede derivar en mala circulación, infecciones o dolores difíciles de atender.
“Las porciones han crecido”, señala el cartel, que asegura que “la diabetes del tipo 2 puede desencadenar amputaciones” y muestra cómo ha evolucionado el tamaño de los refrescos que se sirven en los restaurantes de comida rápida.
Cleo Berry no tenía ni idea de que se había convertido en la imagen de la diabetes hasta que le llegó una imagen del poster por correo electrónico. “Me puse a llorar mientras miraba la pantalla del ordenador”, ha relatado el joven actor a la prensa estadounidense. El New York Times afirma que Berry, un actor semidesconocido en 2008, cobró 500 dólares por la sesión fotográfica. Desde entonces la vida del joven ha cambiado radicalmente hasta convertirse en una cara familiar para los televidentes estadounidenses gracias a su aparición en series como House.
Ante la polémica desatada por la amputación, las autoridades sanitarias neoyorquinas han aclarado que el retoque es obra de la agencia publicitaria brasileña DCS y han defendido el trabajo de la compañía, asegurando que este tipo de modificaciones son una práctica habitual en el mundo de los anuncios.