Tomar omega-3 no basta para evitar la demencia en los diabéticos

alimentos-cerebrosaludables-418559 561x316Una dieta compuesta por alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 y con pocas grasas saturadas, carnes y productos lácteos es, por el momento, la mejor forma de preservar la memoria y las habilidades intelectuales, según el más amplio estudio realizado hasta la fecha, denominado Regards. Sin embargo, las personas que tienen diabetes no se benefician de las ventajas para el cerebro de seguir una dieta saludable como al mediterránea.

Los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado, el pollo y el aceite de oliva, tienen efectos protectores para el cerebro, algo que ya se sospechaba y que ahora corrobora esta investigación. Por el contrario, son menos saludables las carnes rojas, que se asocian a la aparición de arteriosclerosis, y las grasas saturadas, que predominan en los productos animales como la carne, los productos lácteos sin desnatar y algunos aceites vegetales, como el de palma y coco, y contribuyen a incrementar los niveles de colesterol.

Respecto a los lácteos, algunos expertos estiman que un exceso en su consumo podría estar detrás de la epidemia de obesidad infantil. El efecto protector de los ácidos grasos “buenos” aportados por la dieta mediterránea, rica en los alimentos que lo contienen, cuando se sigue fielmente está recompensado con un 19 % menos de probabilidades de desarrollar problemas de memoria y deterioro cognitivo, según el estudio.

Sin embargo, en las personas que ya han desarrollado diabetes, el efecto “cerebrosaludable” del omega-3 se pierde. De ahí la importancia de prevenir esta patología desde la infancia mediante una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio. “Puesto que no hay hasta ahora ningún tratamiento definitivo para las enfermedades que producen demencia, las actividades modificables, como la dieta, que puede retrasar la aparición de síntomas son muy importantes”, ha señalado Georgios Tsivgoulis miembro de la Academia Americana de Neurología.

A la luz de los datos del estudio, este experto matiza que la dieta es sólo una de los factores del estilo de vida importantes para el buen funcionamiento mental a medida que envejecemos. Y resalta que el ejercicio, evitar la obesidad, no fumar y controlar la diabetes y la hipertensión también son aspectos muy importantes a cuidar.

Para llegar a estas conclusiones los investigadores recogieron información de los hábitos de alimentación de 17.478 personas de origen afroamericano y caucásico, con una edad media de 64 años dirigida a comprobar si se ajustaban a una dieta mediterránea. Además, a los participantes les hicieron pruebas para valorar su memoria y habilidades cognitivas.

El seguimiento de los participantes en el estudio fue de cuatro años por término medio. El 17 % por ciento de ellos tenían diabetes y el 7 % desarrollaron deterioro de la memoria o cognitivo durante el desarrollo del estudio.

Por otra parte, un número creciente de investigaciones asocian la enfermedad de Alzhéimer a la diabetes tipo-2, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, tres patologías con factores de riesgo comunes. En concreto, entre las personas con diabetes la incidencia de alzhéimer se duplica respecto a la población normal. De ahí que se empiece a considerar que esta patología neurodegenerativa pudiera ser una diabetes de tipo-3.

Se ha comprobado que la falta de insulina en el cerebro o su menor eficacia favorece los depósitos de proteína beta-amiloide, implicada en el desarrollo del alzhéimer, en el cerebro de modelos de ratón para esta enfermedad. Y, a la inversa, el depósito de proteína amiloide hace que las neuronas pierdan los receptores de insulina que tienen en su superficie. Además, el ejercicio físico, capaz de retrasar la aparición de diabetes mejorando la respuesta de las células a la insulina, también tienen un efecto beneficioso para el cerebro.

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