Una respuesta inmune a la insulina identifica el riesgo de diabetes juvenil

En la diabetes tipo 1, los islotes de Langerhans del páncreas producen muy poca o ninguna insulina, lo que la convierte en una enfermedad autoinmune prototípica, específica de órganos, que resulta de la destrucción mediada por células T de las células β productoras de insulina dentro de los islotes pancreáticos.

 

Los especialistas en diabetes del Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado (Aurora, CO, EUA), recolectaron muestras de sangre de adolescentes en riesgo genético de padecer diabetes tipo 1, cada seis meses durante dos años, midiendo las respuestas de las células T de individuos con riesgo genético tanto a la insulina natural como a los péptidos híbridos de insulina, nuevos neoepítopos implicados en la patogénesis de la diabetes tipo 1.

Ahora, estos científicos, que han publicado el estudio en la revista Proceedings de la National Academy of Sciences of the United States of America, han informado que las respuestas de citoquinas proinflamatorias (interferón-γ) y antiinflamatorias (interluequina-10) a los péptidos híbridos de insulina (PHI) eran más robustas que las de los péptidos nativos, y la proporción de tales respuestas oscilaba entre pro y antiinflamatoria con el tiempo. Sin embargo, los individuos que desarrollaron autoanticuerpos contra los islotes o progresaron a diabetes tipo 1 clínica, tuvieron respuestas predominantemente inflamatorias de células T a los PHI.

Además, varias respuestas de células T de PHI se correlacionaron con el empeoramiento de las mediciones de glucosa en sangre, lo que destaca la relevancia de las respuestas de las células T a los péptidos modificados postraduccionalmente antes del desarrollo de la enfermedad autoinmune.

En este sentido, Aaron W. Michels, profesor asociado especializado en endocrinología, diabetes y metabolismo, y autor principal del estudio, ha afirmado que “queremos saber por qué las personas desarrollan diabetes tipo 1, y esta investigación ha ayudado a proporcionar mucha más información y datos sobre cómo se ve cuando las personas, genéticamente en riesgo, se encaminan hacia el diagnóstico clínico. Idealmente, se desea tratar una enfermedad cuando está activa, por lo que es una necesidad en nuestro campo comprender cuándo las personas tienen una respuesta inmunitaria dirigida contra las células productoras de insulina”.

Los autores han concluido que sus resultados tienen implicaciones importantes para estratificar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1, e identificar a las personas que pueden beneficiarse de los estudios de intervención inmunológica.

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