Alertan de que la carne roja podría aumentar el riesgo de padecer diabetes

La carne roja contiene niveles altos de grasas saturadas, por lo que su consumo en grandes cantidades podría estar relacionado con enfermedades cardíacas, una de las principales causas de muerte en España, y por lo tanto, con la diabetes.

 

Un pequeño estudio de 2019 financiado por los Institutos Nacionales de Salud (EEUU) señalaba que la carne roja contiene TMAO, una sustancia química relacionada con las enfermedades cardíacas, de forma que el trabajo concluyó que comer carne roja a diario triplicaba los niveles de esta sustancia en el torrente sanguíneo de los participantes en comparación con aquellos que solo comían carne blanca o fuentes de proteína que no eran cárnicas.

Otro estudio de 26 años publicado en 2010 examinó las dietas de más de 80.000 mujeres sanas, y encontró que una mayor ingesta de carne roja se asociaba significativamente con un riesgo elevado de enfermedad coronaria. Por el contrario, una mayor ingesta de aves de corral, pescado y nueces se asoció con un riesgo significativamente menor.

En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, una agencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó la carne roja como "probablemente" cancerígena o causante de cáncer, de forma que la ingesta de esta carne se asoció con un riesgo elevado de cáncer de esófago e hígado.

Así las cosas, Steven Gundry, cirujano cardiotorácico, ha afirmado que el vínculo entre la carne roja y el cáncer puede estar en una molécula llamada Neu5Gc, que no se encuentra naturalmente en los humanos, ya que diversas investigaciones indican que la inflamación crónica está estrechamente relacionada con el desarrollo del cáncer.

Pero la carne roja no es del todo mala, y dependiendo del corte, puede tener altas cantidades de proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes, todos los cuales son importantes para la salud. De esta mmanera, la carne roja es rica en proteínas, un nutriente esencial que potencia las reacciones químicas en todo el cuerpo y es el componente básico del cabello, las uñas y los músculos.

Además, es una gran fuente de B12, un nutriente esencial necesario para la formación de glóbulos rojos, la función neurológica y la síntesis de ADN; y de hierro, un mineral que ayuda a transportar oxígeno por todo el cuerpo.

Si bien consumir grandes cantidades de carne roja puede causar cáncer, enfermedades cardíacas o diabetes, si no se quiere renunciar a ella se pueden seguir algunas recomendaciones para comer este alimento sin que perjudique tu salud, tales como optar por carne de vacuno alimentado con pasto, ya que cuenta con más ácidos grasos omega-3 antiinflamatorios, mientras que la carne de res criada con alimentos de granja como piensos, es más elevada en ácidos grasos omega-6, que pueden causar inflamación.

De esta manera, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja un consumo moderado, de no más de dos veces por semana, primando piezas como el solomillo o el lomo, que son más bajas en grasas. De igua manera es fundamental evitar las variedades procesadas, ya que un estudio conclutó que comer un perrito caliente o embutidos procesados ​​se asociaba con un 42 % más de riesgo de enfermedad cardíaca y un 19 % más de riesgo de diabetes tipo 2 en comparación con los que comían carne sin procesar.

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