La diabetes lastra el desarrollo de África del Este

La diabetes prospera en África y actualmente afecta a más de 20 millones de personas. Si bien ese avance se produce también en otros lugares del planeta, el caso africano despierta especial recelo, dado que muchas de los enfermos no tienen acceso a la sanidad pública o, si lo tienen, no son conscientes de la peligrosidad que conlleva y abandonan el tratamiento.

Mientras la diabetes raramente pone en peligro la vida de las personas en los países ricos, se estima que en los pobres, un 80 % de los enfermos muere a causa de complicaciones derivadas de la afección. Además, estudios recientes alertan de que la diabetes y el consecuente debilitamiento del sistema inmune, pueden ser grandes aliados de la tuberculosis, una de las enfermedades más mortíferas del mundo.

La diabetes nunca viene sola en los países pobres. Cuando los pacientes llegan al hospital, muchas veces también tienen VIH, hipertensión y tuberculosis. Cuando estas enfermedades se presentan juntas es muy difícil tratarlas”, ha manifestado el doctor Fayez Maged, médico de urgencias en el Hospital Cóptico de Nairobi.

Además, el desarrollo económico de la región se ve gravemente afectado por esta dolencia, siendo una lacra para la fuerza productiva del continente, ya que la franja de edad a la que suele afectar es crucial para el crecimiento de la zona.

El pasado año, según la Federación Internacional de Diabetes, aproximadamente tres de cada cuatro muertos por diabetes al Sur del Sáhara tenían menos de sesenta años. En el caso concreto del Este de África, los porcentajes de población diagnosticada no son aparentemente muy elevados, pero cuando se observa el número de personas real y la franja de edad de los afectados, las alarmas se disparan.

En Kenia, según el director de los servicios médicos del ministerio de salud, el porcentaje de diabéticos diagnosticados en 2013 alcanzó el 4,2 % (1,6 millones de personas). Una cifra que no representa, para nada, la cantidad real de afectados en el país, afirma el doctor Maged. “La enfermedad está muchísimo más extendida, aunque son numerosos los casos que no están diagnosticados”, comenta en su consulta de urgencias mientras el goteo de pacientes que llaman a la puerta es constante.

A pesar de que Kenia se ha convertido en la cuarta economía del continente, una evidencia de los pocos recursos destinados tanto a la sensibilización como al diagnóstico de los pacientes, según Maged, es que “mucha gente no sabe que es diabética, llega a la consulta con necrosis en las extremidades y hay que amputárselas”.

El dinero dedicado a la prevención, sensibilización y control sigue siendo escaso en toda la región. Según un artículo publicado por la revista médica de Sudán del Sur, los gastos para el tratamiento de un solo paciente con Diabetes del tipo 1 en África del Este son de unos 184 euros anuales, de los cuales casi el 70 % se utiliza para la compra de insulina.

El doctor Fayez Maged cree que hay una laxa percepción local de la diabetes que viene dada por la invisibilidad de la enfermedad y la falta de recursos dedicados a la educación en este sentido. “La gente sabe que es mala, pero la mayoría de personas no son conscientes de que es algo por lo que deberían estar preocupados. La enfermedad queda a la sombra de las principales causas de muerte: el VIH, los accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia. Siempre la pondrán detrás de todos ellos”, se lamenta el médico egipcio destinado a Kenia desde hace tres años.

En el sector médico hay quienes lamentan que los gobiernos, muchas veces, aprovechan para hacer negocio de las campañas de sensibilización. “El año pasado pusimos una ambulancia para hacer pruebas gratuitas en la calle. Pero tuvimos que pagar un montón de tasas al gobierno, a pesar de que era un servicio que ofrecíamos a los ciudadanos”, explica Maged.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los médicos de la zona es que, la deficiencia de los sistemas públicos de salud hace que la población más pobre, sobre todo la rural, siga acudiendo a los curanderos y las hierbas para combatir la diabetes.

La OMS estima que en África, más del 80 % de la población utiliza la medicina tradicional como alternativa a la medicina convencional. Pero desde el marco de los estados modernos no hay gran lugar ni para este tipo de enfoque, ni para una cobertura adecuada de la enfermedad.

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