Un nuevo tipo de inmunoterapia podría ayudar a controlar la diabetes tipo 1

Durante casi cien años, el tratamiento de la diabetes tipo 1 no ha avanzado más allá del reemplazo de insulina; sin embargo, ésta no proporciona un control glucémico satisfactorio en la mayoría de las personas y sigue habiendo una importante necesidad insatisfecha de nuevos tratamientos para la diabetes tipo 1.

 

Así las cosas, en el marco del XXXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED), Colin M. Dayan, del Grupo de Diabetes y Autoinmunidad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), ha defendido el uso de la inmunoterapia de bajo riesgo para luchar contra la diabetes tipo 1, con el objetivo de preservar la función endógena de las células beta y facilitar el control metabólico.

De esta forma, Dayan ha señalado que «la insulina y/o el reemplazo de células beta (células madre o trasplante) deberían considerarse en el futuro terapias de rescate reservadas para presentaciones tardías», y se muestra «entusiasmado con la reciente aprobación del fármaco teplizumab para retrasar la necesidad de insulina entre 2 y 3 años», sobre todo porque es el inicio de una nueva era; de hecho, ha indidado que «hay al menos otros siete fármacos que también tienen efectos beneficiosos y deberían poder prolongar aún más este período».

A su juicio, «no cabe duda de que ya es posible retrasar la pérdida de células productoras de insulina con bajo riesgo para los pacientes y, además, ahora podemos extender este período de 'diabetes tipo 1 sin insulina' por más y más tiempo».

Según los resultados que se van conociendo de estos estudios, se apuntan nuevas y revolucionarias tendencias en la prevención de la diabetes tipo 1, por lo que el doctor ha explicado que «debemos pensar en cómo evaluar a los familiares de primer grado de personas con diabetes (que tienen un riesgo 10 veces mayor), y más tarde a la población general, para detectar la diabetes tipo 1 preclínica (utilizando autoanticuerpos de los islotes), antes de que se pierdan demasiadas células productoras de insulina».

Actualmente, como la mayoría de las otras enfermedades autoinmunes, la diabetes se puede controlar durante muchos años sin necesidad de insulina, aunque puede ser necesario un tratamiento continuo. En este sentido, «si entendemos las etapas de la enfermedad, podemos avanzar hacia la 'diabetes tipo 1 libre de insulina'», ha destacado el experto.

Además de la alta prevalencia, la diabetes es una enfermedad compleja en la que los problemas de salud que provoca a largo plazo son más importantes que los episodios agudos, tales como la hiperglucemia o la hipoglucemia, y supone una importante sobrecarga para la persona que la padece y para el sistema sanitario.

En este sentido, recuerda Luis Castaño, del Grupo de Endocrinología y Diabetes del Hospital Universitario Cruces /UPV/EHU (Bilbao), ha explicado que debido a que no se conocen los mecanismos ambientales que contribuyen al desarrollo de diabetes, se desconocen los factores modificables los que pueden retrasar diabetes en sujetos susceptibles. En este sentido, ha añadido que "los cambios en la dieta no alteran la aparición de la enfermedad y cuando se está cerca de debutar con la enfermedad, el ejercicio puede quemar azúcar y retrasar el debut clínico, pero al final la diabetes aparecerá. Debido precisamente a los avances en el uso de la inmunoterapia para la diabetes tipo 1, Dayan considera que es esencial empezar a «explorar cómo detectar la enfermedad antes de que se pierdan demasiadas células productoras de insulina".

El experto propone el cribado de familiares de primer grado, ya que tienen un riesgo 10 veces mayor, y a más largo plazo, de la población general, para la diabetes tipo 1 preclínica utilizando autoanticuerpos de islotes. Esta situación, en su opinión, «no conduciría a la curación de la enfermedad, pero, al igual que la mayoría de las otras enfermedades autoinmunes, se puede controlar para que la insulina no sea necesaria durante muchos años».

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