El coronavirus reduce la venta de medicamentos para la diabetes

Los servicios médicos de todo el mundo ha alertado de la grave situación que ha provocado la pandemia en el tratamiento de la diabetes, con una disminución de las visitas al médico y de las distintas pruebas de detención que ha afectado a las compañías farmacéuticas que han visto ralentizadas todas las ventas de productos contra la diabetes.

 

Ante este contexto, los fabricantes de medicamentos se encuentran viviendo un momento complicado ante las nuevas interrupciones por el aumento de los casos de Coronavirus. En este snrido, el director ejecutivo de Eli Lilly & Co., David Ricks, ha afirmado que “la pandemia suprimió la demanda de toda la atención médica que no fuera covid en el último año, incluso en enfermedades crónicas en las que se cree que las personas recibirán infusiones de quimioterapia o una prueba de diabetes“.

Pese a este dura realidad, las compañías farmacéuticas afirman que el retorno a la normalidad podría volver antes de lo previsto gracias a las vacunas. En este sentido, Frank Clyburn, presidente de salud humana de Merck ha explicado que “con un fuerte despliegue de vacunas contra el covid, esperamos que los pacientes se sientan más cómodos para buscar atención médica de manera oportuna”.

Clyburn ha añadido que "de hecho, nos sentimos alentados por las tendencias de recuperación que vimos al salir del primer trimestre, con las visitas de rutina de marzo en Estados Unidos por encima de los niveles anteriores a la pandemia”, al tiempo que defendía que la concentración en la vacuna del Coronavirus había obstaculizado sus propias ventas de vacunas, ya que se supone que los receptores de la vacuna contra el coronavirus no deben recibir otras vacunas al mismo tiempo.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que priorice el suministro de más fuentes de insulina de calidad garantizada, para que todas las personas con diabetes alrededor del mundo que lo necesiten puedan acceder a un medicamento vital. «Esto es especialmente necesario para los habitantes de los países de ingresos bajos y medios donde la mayoría de la población tiene dificultades para acceder a la insulina. El acceso a este fármaco también resulta fundamental en el contexto de la COVID-19, dado que las personas con diabetes tienen mayor riesgo de padecer una forma grave de la enfermedad y de morir», han informado desde la organización.

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