Impiden a una diabética llevar su insulina a bordo en un vuelo internacional

Atteneri López, una mujer con diabetes tipo 1, ha denunciado que la compañía aérea Vueling le impidió viajar de Barcelona a Nápoles al negarse a que llevara en el equipaje de mano sus medicinas, así como el microinfusor de insulina y el sensor de glucosa que deben llevar siempre consigo este tipo de enfermos.

La versión que ha dado Vueling de por qué le negó a la pasajera que llevara consigo sus medicinas se resume en un solo argumento: necesita un certificado médico, y no lo tenía.

Atteneri, una tinerfeña de 33 años, que viajaba con su marido y que además de paceder diabetes está embarazada, lo niega. "Llevaba conmigo el certificado, pero en ningún momento me lo pidieron. Solo me pidieron el DNI cuando vino la Guardia Civil", ha asegurado.

En cualquier caso, la historia del frustrado embarque de esta mujer en el vuelo VY6502, que salía de Barcelona y que llevaba dos horas de retraso, parece más compleja de lo que dice la compañía área, según la versión de la pasajera. Al llegar al final del "finger", es decir, en la misma puerta del avión, las azafatas pidieron pasajeros sin equipaje de mano porque, según la versión de Atteneri López, el aparato iba sobrecargado.

Fue cuando dijo que necesitaba pasar con su pequeña maleta donde lleva todo lo necesario para vigilar y, en su caso, tratarse su enfermedad, le dijeron que no podía.

Ante sus protestas, el sobrecargo propuso buscar a un pasajero que quisiera bajar su equipaje de mano a la bodega para que ella pudiera llevar el suyo en cabina. Fue en ese momento, cuando la azafata con la que había empezado la discusión se negó y propuso que, en lugar de toda la maleta, llevara consigo solo lo necesario, a pesar de haberle explicado que todo el contenido era imprescindible.

Sin hacer caso del razonamiento, la azafata le facilitó a Atteneri una bolsa de basura que ya estaba puesta en una papelera, para que metiera dentro la insulina y demás instrumental... y ahí empezaron los nervios, según la pasajera, que advirtió a la azafata y al sobrecargo de que si le ocurría algún percance a bordo por no llevar consigo todos sus utensilios para tratarse la diabetes haría responsable a la compañía... y es ahí cuando se arrepintieron y ellamaron a la Guardia Civil.

Los agentes, que en todo momento la trataron correctamente y que le recomendaron reclamar no solo ante Vueling sino también ante Aena, le explicaron que quien manda en un avión es el piloto y que tienen que seguir sus instrucciones. Después, la pasajera se enteró de que la tripulación del avión había hecho un informe sobre el incidente para la Guardia Civil, y al pedir una copia del mismo se la negaron.

Al final, como el siguiente vuelo para Nápoles salía a las seis de la mañana, Atteneri y su marido decidireon pasar la noche en el aeropuerto del El Prat y pagar un nuevo pasaje.

La Asociación de Personas con Diabetes de Santa Cruz de Tenerife ha confirmado que Atteneri López se ha dirigido a la entidad para denunciar estos hechos y un portavoz de la asociación ha explicado que va a intervenir y a poner los hechos en conocimiento de la federación nacional de diabéticos.

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