La Alianza por la Diabetes de Boehringer Ingelheim y Lilly ha apostado por visibilizar, en el marco de la celebración del Día Mundial del Corazón que se celebra el próximo 29 de septiembre, la relación entre la diabetes y el riesgo cardiovascular a partir de unos datos que hablan por sí solos, y que concluyen que la esperanza de vida se llega a reducir, de media, hasta 12 años en personas con diabetes, con antecedentes de infarto de miocardio o ictus.
Por otra parte, estos datos indican que las personas con diabetes tienen hasta dos veces más riesgo de desarrollar problemas del corazón que las personas sin diabetes, y aproximadamente uno de cada dos afectados fallece por causas cardiovasculares, especialmente por ictus e infarto de miocardio.
Sin embargo, según la II Encuesta Creencias y Actitudes sobre la Diabetes, esta mayor predisposición la desconoce el 86 % de los pacientes con diabetes y solo el 3 % de las personas con diabetes tipo 2 asocia los infartos con su patología.
Así las cosas, la Alianza por la Diabetes Boehringer Ingelheim y Lilly con el objetivo de activar a las personas con diabetes para que retomen sus visitas de seguimiento médico tras estos meses de periodo de Covid-19 y concienciarles para que tomen las riendas de su enfermedad, está inmersa en la campaña “Es Diabetes. Es tu vida”, centrada en transmitir a los pacientes la conexión que existe entre la diabetes y los sistemas cardiovascular, renal y metabólico, y cómo su buen control puede ayudar a reducir posibles riesgos asociados a la diabetes, como el infarto de miocardio, ictus, problemas renales, etc.
Aunque la diabetes es una enfermedad crónica, se puede aprender a convivir con ella y a minimizar los efectos negativos en la salud. Además, es posible prevenir su aparición, y en el 80 % de los casos, tan solo con hábitos de vida saludables.
En concreto, para el control de la enfermedad se requiere de un abordaje integral que incluya dieta, ejercicio diario y seguimiento médico, de forma que el paciente debe tomar las riendas de su enfermedad y formar equipo con su médico para así activarse en el control de su enfermedad.
La pandemia provocada por la COVID-19 ha afectado especialmente a los diabéticos, no solo por las interrupciones en su seguimiento y tratamiento y la falta de actividad física en los meses de confinamiento, sino porque, cuando presentan un mal control de su diabetes, tienen más riesgo de padecer la infección de forma grave.