Los antidiabéticos iDPP4, pueden emplearse con seguridad en pacientes diabéticos hospitalizados

Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (iDPP4) pueden emplearse de forma segura en los pacientes diabéticos hospitalizados, donde hasta ahora la insulina era el recurso dominante.

 

Se trata de la principal conclusión que se aborda en el podcast titulado “Uso hospitalario de los antidiabéticos iDPP4, inclusión de los iDPP4 en el manejo del COVID y en la hiperglucemia esteroidea“ publicado en la serie ‘Al día en diabetes’, un programa del Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), cuya acción ha sido desarrollada con el patrocinio de Boehringer Ingelheim.

En este primer audio, en el que participan María Dolores García de Lucas, médica internista en la Agencia Sanitaria Costa del Sol (Málaga), y Pedro Pablo Casado Escribano, médico en la Unidad de Riesgo Cardiovascular del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario La Princesa (Madrid), se ha analizado el uso de los iDPP4 en los pacientes con diabetes hospitalizados.

En este sentido, la doctora García de Lucas comienza con el análisis de la utilización de los “fármacos orales” en pacientes ingresados señalando que, de manera relativamente reciente, “sale la insulina para poder empezar a posicionar a fármacos que han dado tan buen resultado en pacientes ambulatorios como son los iDPP4”.

A este respecto, el doctor Casado Escribano ha afirmado que el empleo de estos inhibidores abre una “puerta de oportunidades”, ya que, tal como estudios nacionales e internacionales muestran, se da la posibilidad de que una estrategia con una pauta de iDPP4, en lugar de insulina rápida fija, consiga “el mismo control glucémico, aunque sin mejoría, pero sí a expensas de usar menos insulina y, como consecuencia, reduciendo las hipoglucemias, hecho que se sabe es muy dañino para los pacientes ingresados”.

Según estos expertos, el conocimiento de este grupo farmacológico ofrece un escenario de máximo beneficio teórico para pacientes ancianos, de forma que “han cogido una posición preferencial en algoritmos como en el manejo del paciente anciano con diabetes (paciente frágil), en el que queremos reducir las hipoglucemias y los potenciales eventos adversos”, detalla Casado Escribano, que añade que, dado que en los pacientes con este tipo de fragilidad “prevalece más la seguridad que una potencia arrolladora, parece que puede ser un grupo farmacológico muy adecuado para complementar la insulina. Creo que ese perfil de paciente es el que estamos más familiarizados en manejar en Medicina Interna”.

Por su parten en los pacientes con patología aguda, no hay una exigencia de control glucémico demasiado elevada, y existe una preocupación sobre la aparición de hipoglucemia, ya que esta hace que se alarguen las estancias hospitalarias, aumenta la tasa de complicaciones y la mortalidad intrahospitalaria.

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