Cuando las bajas temperaturas afectan a los diabéticos...

La diabetes es una patología que afecta a la forma en la que el cuerpo regula la glucosa en la sangre, un elemento s esencial para el organismo, ya que se considera una de las principales fuentes de energía para las células. Por eso, cuando sus niveles son o demasiado altos o demasiado bajos, el cuerpo se descompensa. Ahora se ha sabido que esta alteración de los niveles de azúcar en sangre se puede ver agravada por algunos factores como la temperatura.

 

Según han explicado desde la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), el frío afecta a las personas con diabetes; y lo hace por distintos mecanismos, llegando a incrementar los niveles de glucosa en sangre.

Durante los procesos gripales y catarrales se pueden producir alteraciones en el estado de ánimo y, como consecuencia de ellos, variaciones en la dieta y en la adherencia al tratamiento de la diabetes. En este sentido, los farmacéuticos señalan que algunos medicamentos contra las infecciones respiratorias, como por ejemplo los antigripales, pueden variar los niveles de glucosa.

De esta manera, antes de tomar cualquiera de estos fármacos, lo mejor es consultar con el farmacéutico, ya que los diabéticos son considerados grupo de riesgo y, por lo tanto, deben vacunarse contra la gripe.

Por otra parte, el frío afecta a los dispositivos de medición de los niveles de azúcar, de modo que existen distintas formas con las que estos pacientes deben controlan los niveles de azúcar. El más clásico es la lanceta, pero también aquellos otros que miden de forma continua mediante un sensor colocado debajo de la piel, que va transmitiendo las mediciones a un teléfono o a un reloj inteligente.

Así las cosas, si el termómetro baja, el funcionamiento de estos dispositivos se puede ver afectado; de forma que las bajas temperaturas pueden afectar a la efectividad de la insulina.

Además, aunque no seamos conscientes, la bajada de temperaturas afecta a nuestras rutinas y, en el caso de los pacientes con diabetes, estos cambios pueden producir cambios en sus niveles de glucosa.

Según explican desde la SEFAC, si nos fijamos en la alimentación, la dieta cambia con el frío, ya que se realizan comidas más copiosas y contundentes; al tiempo que el ejercicio físico es una parte esencial en el tratamiento de la diabetes, y el cambio de horarios, con menos horas de luz, puede hacer que la actividad física se reduzca.

En el ámbito psicológico, la bajada de las temperaturas pueden producir alteraciones en el estado de ánimo, con lo que esto significa para el paciente de apatía, falta o exceso de apetito…

Además, uno de los efectos que provoca la diabetes son los problemas de vascularización, en especial en las extremidades inferiores, ya que al no circular bien la sangre, se pueden producir la ulceración, infección y/o gangrena del pie. Con el frío se reduce la sensibilidad en estas extremidades, lo que puede provocar que el paciente no detecte a tiempo cualquier lesión en los pies.

En cuanto a las manos, los farmacéuticos de la SEFAC señalan que tener las manos frías puede dar resultados erróneos en los controles de la glucosa.

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