Los resultados de un nuevo ensayo clínico apoyan el uso de la terapia de combinación con glimepirida y fenofibrato o curcumina, una vez al día por vía oral, en pacientes con diabetes. Estos hallazgos consolidan la ya conocida actividad del fenofibrato y de la curcumina sobre la regulación del metabolismo lipídico, que puede contribuir a reducir el riesgo de progresión y de complicaciones.
De esta manera, en comparación con la monoterapia con glimepirida, el tratamiento de combinación durante tres meses con fenofibrato o curcumina, redujo significativamente los niveles circulantes de colesterol, tanto total como asociado a LDL, no-HDL y VLDL, así como los triglicéridos y la proteína C reactiva de alta sensibilidad.
Adicionalmente, los pacientes se beneficiaron de una disminución de los índices aterogénico y de riesgo coronario, así como de un concomitante incremento en los niveles de sirtuína-1, una enzima involucrada en el mantenimiento de la homeostasis celular.
En contraste, la curcumina careció de impacto sobre la glucosa en ayunas o la post-prandial, la hemoglobina glucosilada o el índice de masa corporal.
Nashwa El-Gharbawy, investigador de la Universidad de Tanta y coautor del estudio, ha afirmado que éste ha sido realizado exclusivamente en pacientes sin alteraciones de la función hepática o renal, que ya estaban siendo tratados con glimepirida.
El investigador ha indicado que el fenofibrato fue superior a la curcumina en la reducción del perímetro de cintura y de la glucemia, en un efecto concordante con el reportado por estudios previos con este fármaco.
Los actuales hallazgos son consistentes con la conocida actividad del fenofibrato y de la curcumina sobre la regulación del metabolismo lipídico, que puede contribuir a reducir el riesgo de progresión y de complicaciones, ha concluido el científico.