Desde hace 15 años, se sabe que una sola comida rica en grasa animal, del tipo "huevos fritos con salchichas" puede llegar a paralizar nuestras arterias y reducir a la mitad su capacidad de relajarse con normalidad, solo horas después de consumir productos de origen animal, lo cual es especialmente perjudicial para los diabéticos.

El caso es que al comer este típico plato español, el revestimiento de nuestro árbol vascular se inflama y endurece, con lo que surge esa inflamación. El proceso comienza en 1 hora, dos, tres, cuatro, cinco, seis… y solo cuando esa inflamación o paralización de nuestras arterias comienza finalmente a aplacarse, cinco o seis horas más tarde.

La mayoría de las personas están en este estado crónico de inflamación de bajo grado, aumentando el riesgo de estas enfermedades relacionadas con la inflamación, entre las que destaca la diabetes, con cada comida.

Según ha explicado el profesor Michel Greger, esto se produce "una sola comida causando daño interno, no solo en años posteriores, sino, literalmente, en ese mismo instante, ese día, horas después de entrar en tu boca".

Aparentemente no es la proteína animal la implicada en la inflamación de la artritis, así que si no es la grasa animal y tampoco la proteína animal, ¿qué es?. Según Greger, "después de una comida con productos de origen animal, la gente sufre de endotoxemia, y su torrente sanguíneo se inunda de toxinas bacterianas, conocidas como endotoxinas, presentes en los productos de origen animal".

A estas toxinas bacterianas de carne muerta no las destruye el ácido estomacal, ni las enzimas pancreáticas, ni siquiera se destruyen con la cocción, por lo que intentaron hervir la carne durante horas y aún así no funcionó. Fue entonces cuando se descubrió que estas toxinas bacterianas son extremadamente resistentes a la cocción y a los mejores intentos de nuestros cuerpos de digerir con ácido y enzimas.

La grasa animal  desempeña un rol significativo en todo este proceso, al transportar las toxinas bacterianas presentes en la carne, a través del intestino, hasta nuestro sistema. Así que la razón por la cual los productos de origen animal desencadenan inflamación inmediata, parece ser porque están tan cargados de bacterias que pueden desencadenar inflamación, ya sean vivas o muertas, aún después de cocidas por completo.

Y luego está la grasa saturada de origen animal, que estimula la absorción de estas toxinas en nuestro torrente sanguíneo, por lo que ahora que sabemos lo que sucede debemos implementar una solución. Según Greger, ”la solución más obvia a esta endotoxemia metabólica es que podemos reducir la ingesta de grasa saturada, que en este país proviene principalmente del queso y del pollo, pero la dieta occidental no conduce a este modo de actuar y es difícil para los pacientes acatar esta solicitud”.

Y es que esta actitud puede ser una de las verdaderas causas principales de muerte.