La ingesta cada vez más habitual de alimentos ultraprocesados tiene efectos negativos sobre los niveles de azúcar en sangre, ya que estos producen picos de subida que repetidos en el tiempo pueden dar lugar a enfermedades como la diabetes. Este tipo alimentación, junto con un estilo de vida sedentario está fomentando la aparición de enfermedades como la diabetes, que cada vez padece gente más joven, y la orina es uno de los primeros métodos para detectarla, ya que en las personas con diabetes suele tener un color y olor característico.
Por lo general, las personas con diabetes tipo 2 no muestran síntomas notorios, mientras que los enfermos que padecen diabetes tipo 1 suelen sufrir signos de manera abrupta e intensa. Entre los síntomas más comunes para ambos tipos destacan algunos como cambios en el humor o irritabilidad, dificultad en la visión, o heridas que tardan en cicatrizar. Sin embargo, la detección de cetonas en la orina, como resultado de la falta de insulina que descompone, se ha convertido en uno de los primeros y más eficaces métodos para identificar si una persona padece diabetes.
Así las cosas, la orina en personas con diabetes suele tener un color y olor característico, y mientras que un tono amarillo claro indica una buena hidratación y procesamiento de nutrientes en el cuerpo; esta tiende a volverse turbia y oscura en las personas con diabetes. Este color se debe a una concentración elevada de glucosa.
Además de este cambio de color, el olor también es peculiar, y tendrá en los diabéticos un aroma dulce o afrutado, un fenómeno que ocurre porque los riñones no logran procesar los líquidos de manera eficiente.
De esta manera, la diabetes puede aumentar el riesgo de complicaciones renales y de infecciones del tracto urinario, especialmente en mujeres, lo que puede influir también en la apariencia de la orina. Para algunos, este cambio en la orina puede ser el primer indicio de la presencia de diabetes, razón por la cual es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y comenzar un tratamiento que ayude a controlar la condición.
Así las cosas, cuando se experimentan síntomas como micción frecuente, aumento del apetito, sed excesiva o fatiga persistente, será importante considerar la posibilidad de padecer diabetes, aunque la confirmación del diagnóstico requerirá siempre la evaluación de un especialista.
Para complementar el diagnóstico médico, especialmente si se sospecha de diabetes debido a estos síntomas, se puede realizar una prueba casera para medir los niveles de glucosa en sangre. Esta prueba implica el uso de un glucómetro, que permite obtener una muestra de sangre al pinchar el dedo y colocar una gota en una tira reactiva que se inserta en el dispositivo.
Es fundamental realizar esta prueba en ayunas y dos horas después de una comida para obtener resultados precisos. Los valores que indican diabetes son 126 mg/dL o más en ayunas, y 200 mg/dL o más dos horas después de comer. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta prueba casera solo proporciona una indicación y no reemplaza la evaluación médica profesional.