Barbie presentó hace algunos días su primera muñeca con diabetes tipo 1 con gran éxito que a buen seguro se ha convertido en buenas ventas, sin embargo, lo que supuso una estupenda noticia para pacientes y asociaciones, enseguida se ha transformado en una lluvia de críticas en las redes sociales por una parte de la sociedad.
Hace escasos días y de la mano de Fundación DiabetesCERO en el caso de España, Barbie presentó su primera muñeca con diabetes tipo 1, un lanzamiento que fue celebrado por pacientes y asociaciones al considerarlo «una oportunidad única» para mostrar con naturalidad la realidad de millones de personas a nivel internacional y «un gran paso» para la representación, inclusión y visibilidad de toda la comunidad.
Perfectamente equipada con un monitor continuo de glucosa en el brazo para controlar los niveles de azúcar en tiempo real, bomba de insulina en la cintura, cinta adhesiva para sujetar el sensor, un pequeño bolso con todo lo esencial que los pacientes como ella pueden necesitar fuera de casa y, por último, con un vestuario que no ha sido diseñado al azar, puesto que el estampado de lunares, esta nueva muñeca se convirtió enseguida en todo un guiño a los símbolos de concienciación sobre la diabetes.
Sin embargo, la alegría inicial entre pacientes y familiares se ha visto empañada por una lluvia de críticas suscitadas entre una parte de la sociedad que, en menos de una semana, ha provocado una gran polémica en las redes sociales.
«¡Hasta los juguetes ya vienen enfermos!», «el mercado no tiene límites» o «¡cuánta tontería hay que ver!», son solo algunos ejemplos de los comentarios vertidos en redes que han sorprendido por completo a las familias y entidades de pacientes, que creían que las campañas de sensibilización «ya eran suficientes».
De esta manera, algunos constatan que lo sucedido con esta nueva muñeca de Mattel es que estas campañas de sensibilizacion «son claramente insuficientes». Es la conclusión que extrae la presidenta de la Asociación de niños e gente nueva con diabetes de Galicia (Anedia), María José Rego, que ha afirmado que «en las asociaciones estábamos felices –afirma–, porque es algo que llevamos trabajando desde hace tiempo y que echábamos de menos en los juguetes, y de repente nos hemos encontrado con un rechazo de una parte de la sociedad y que ha sido a nivel mundial. Y claro, pensábamos que habíamos avanzado, pero con estos comentarios lo que vemos es que todavía queda mucho y que hay mucha desinformación sobre la diabetes tipo 1, que es una enfermedad autoinmune y que no se puede prevenir con dieta o ejercicio».
Paciente diabética de 30 años y vocal de Anedia, Arantxa Costas, completa el testimonio de María José Rego indicando que «en toda la comunidad nos quedamos sorprendidas ante esta reacción negativa, porque en vez de tener un impacto positivo a nivel general, a excepción de la gente con diabetes, el resto de comentarios eran negativos y exagerados».
Ambas defienden la relevancia del lanzamiento de esta muñeca, que para ellas refleja fielmente «el reto diario que supone convivir con diabetes», y Arantxa Costas añade que «es importante que exista porque, en primer lugar, da visibilidad. A día de hoy sigue pasando que las personas que usan bombas o sensores escuchan comentarios como que si es un parche para dejar de fumar, un reproductor mp3 o un Tamagotchi, por eso es importante, porque con esta barbie se puede conocer realmente el tratamiento y normalizarlo. Y, por otra parte, porque puede ser un símbolo de representación a nivel infantil. Igual que hay barbie médica, pues esto es un símbolo para que los niños y niñas vean que no por usar bomba y sensor son diferentes».
En este sentido, la vocal de Anedia ha explicado que «de hecho, yo compré tres: dos para regalar, una a una niña de Anedia con diabetes y otra para mi ahijada, porque me ve con la bomba y sensor y así puede verme en la muñeca, y otra para mí precisamente por esto, porque me veo representada y me sale esa niña interior que se sentía diferente».