La diabetes tipo 1 muestra una gran heterogeneidad según la edad de inicio de la misma, de manera que aunque esta patología ha sido detectada con más frecuencia durante la infancia o la adolescencia, las personas diagnosticadas después de los 40 años siguen representando una proporción significativa de pacientes, eso si, con una serie de riesgos asociados.
A pesar de los importantes avances en el manejo de la diabetes, en las últimas décadas, las personas con diabetes tipo 1 siguen enfrentándose a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (ECV), constata un reciente estudio publicado en la revista European Heart Journal.
El objetivo de los autores de este trabajo, pertenecientes al Instituto Karolinska (Suecia), se centró en investigar el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte en este grupo, especialmente en aquellos pacientes diagnosticados después de los 40 años.
El estudio identificó a 10.184 personas diagnosticadas con diabetes tipo 1 en la edad adulta entre 2001 y 2020 y las comparó con 509.172 personas coincidentes en el grupo de control. Los resultados de la investigación apuntan a que las personas con diabetes tipo 1 de inicio en la edad adulta, tienen un mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y muerte por todas las causas, incluido el cáncer y las infecciones, en comparación con el grupo de control.
El conocimiento actual sobre el pronóstico de la diabetes tipo 1 proviene fundamentalmente de estudios de diabetes diagnosticada durante la infancia o la adolescencia, sin embargo aún se conoce poco sobre esta enfermedad cuando es diagnosticada más tarde, algo especialmente evidente para las personas diagnosticadas con esta patología después de los 40 años, que representan una proporción significativa de pacientes.
Según la autora principal de este trabajo, Yuxia Wei, investigadora postdoctoral del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska, "las principales razones del mal pronóstico son el tabaquismo, el sobrepeso/obesidad y el mal control de la glucosa. Descubrimos que eran menos propensos a usar dispositivos de asistencia, como bombas de insulina".
Según los autores, el pronóstico de esta enfermedad en edad adulta se puede mejorar significativamente previniendo el tabaquismo y la obesidad y mejorando el control de la glucosa, "sobre todo en personas diagnosticadas a edades más avanzadas". En este sentido, Sofia Carlsson, profesora titular y profesora asociada del mismo departamento, ha explicado que "esperamos arrojar luz sobre estas cuestiones en los próximos años".
Los investigadores planean ahora continuar investigando la diabetes tipo 1 de inicio en la edad adulta, incluyendo los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad y su asociación con otras complicaciones, como las microvasculares, al tiempo que consideran necesario explorar el tratamiento óptimo para la diabetes tipo 1 de inicio en la edad adulta, incluyendo el efecto del uso de bombas de insulina y otras tecnologías avanzadas.