Los resultados de la diabetes tipo 2 mejoran con el empoderamiento, la alfabetización en salud y la toma de decisiones compartidas, a juzgar por los resultados de un estudio de la Universidad de La Laguna (ULL), que cuestiona la suficiencia del modelo biomédico tradicional para abordar la complejidad de esta enfermedad, y se propone avanzar hacia una atención más integral que tenga en cuenta no solo el control clínico, sino también las emociones, vivencias y contextos personales de cada individuo.
Así las cosas, la tesis doctoral de Andrea Duarte Díaz, graduada en Psicología y especializada en evaluación de tecnologías sanitarias, analiza cómo el empoderamiento de las personas con diabetes tipo 2 influye en la mejora de su calidad de vida, mediante la aplicación de un enfoque centrado en el paciente.
El estudio parte del interés de la autora por atender las necesidades emocionales de las personas que conviven con enfermedades crónicas, y a lo largo del trabajo se cuestiona la suficiencia del modelo biomédico tradicional para abordar la complejidad de la diabetes tipo 2, y se propone avanzar hacia una atención más integral que tenga en cuenta no solo el control clínico, sino también las emociones, vivencias y contextos personales de cada individuo.
La investigación combina una revisión sistemática con metaanálisis y análisis cuantitativos a partir de datos del ensayo clínico INDICA, desarrollado en Canarias con personas con diabetes tipo 2, y entre sus principales hallazgos, destaca que un mayor nivel de empoderamiento se asocia con una menor sintomatología ansiosa y depresiva, así como con una mejor calidad de vida relacionada con la salud (CVRS).
Por contra, la avanzada edad, una mayor ansiedad-estado y un conocimiento limitado sobre la enfermedad se relacionan con niveles más bajos de empoderamiento.
De la misma manera, se identificaron dos perfiles de pacientes: uno favorable, caracterizado por mayor autonomía y menor malestar emocional, y otro desfavorable, más vulnerable emocionalmente y con peor percepción de su calidad de vida. En este segundo grupo, las intervenciones dirigidas a la formación y sensibilización de profesionales sanitarios resultan especialmente eficaces para mejorar su bienestar.
La tesis contextualiza estos resultados para llegar a la conclusión de que en Canarias, la diabetes tipo 2 ha experimentado un fuerte aumento en incidencia y mortalidad a nivel global, siendo la situación especialmente grave, con tasas superiores a la media nacional, particularmente en hombres.
Según el estudio, más allá de su impacto físico, la diabetes tipo 2 afecta significativamente a la calidad de vida de las personas y sus familias; y el manejo cotidiano de la enfermedad, el miedo a las hipoglucemias y la carga emocional asociada suponen un reto constante.
Estudios recientes indican que factores como el ejercicio físico, el control glucémico, el conocimiento sobre la enfermedad, el apoyo familiar y la autoeficacia contribuyen a mejorar la CVRS, mientras que la depresión, la hipertensión o la larga duración de la diabetes la empeoran.
Los hallazgos de esta tesis refuerzan la necesidad de adoptar un enfoque más integral, que aborde de forma equilibrada tanto los aspectos clínicos como los psicológicos y sociales de la enfermedad.