Expertos reunidos en la mesa Cronicidad y costes de los cuidados han avisado de que una de las "grandes asignaturas pendientes" de España en el abordaje integral de la diabetes es conocer los costes no sanitarios (cuidados no médicos y pérdidas laborales) de la enfermedad.
"Aunque algunos trabajos han abordado los costes laborales en pacientes con diabetes, hay una laguna de información en lo que se refiere a los cuidados prestados a personas dependientes con dicha enfermedad", ha comentado el profesor titular del departamento de Análisis Económico y del Seminario de Investigación en Economía de la Salud de la Universidad de Castilla La Mancha, Juan Oliva.
En concreto, la lista de estos cuidados que habría que tener son, por ejemplo, cuidados profesionales fuera del hogar (residencias, centros de día) o dentro de él, telemedicina, ayuda psicológica, cuidados a cargo del entorno familiar, adaptación de infraestructuras del hogar a causa de la diabetes, seguros privados, transporte a centros sanitarios, etc.
"En otras enfermedades crónicas, para calcular los costes de los cuidados no sanitarios, se han venido empleando encuestas de discapacidad del Instituto Nacional de Estadística, pero necesitaríamos hacer y explotar, para todas estas enfermedades en general y para la diabetes en particular, encuestas nacionales específicamente diseñadas para tal fin", ha apostillado el experto.
De hecho, los trabajos que, hasta la fecha, han estimado los costes globales de la diabetes en España no han contemplado los no sanitarios o, si lo han hecho, han diferido enormemente en su metodología y, por tanto, en sus resultados. No obstante, las estimaciones más conservadoras sitúan estos costes no sanitarios en cifras equiparables a los costes sanitarios directos (hospitalizaciones, tratamientos, etc.), que, según diferentes estudios, ascienden a una media de más de 5.800 millones de euros al año para el Sistema Nacional de Salud.
"Un cálculo preciso, efectuado con una metodología homogénea y exhaustiva que contemplara la totalidad de los costes de la diabetes, incluyendo los no sanitarios, complementaría a los indicadores de carácter epidemiológico y sanitario para, junto a ellos, ampliar nuestra comprensión sobre la magnitud de esta enfermedad, además de permitir a los decisores diseñar programas y estrategias y evaluar intervenciones sanitarias que redundaran en acciones y políticas eficientes y equitativas", según ha apuntado el codirector del seminario y director del Instituto Max Weber, Álvaro Hidalgo.
Hidalgo se ha referido incluso a los denominados 'costes intangibles', que tienen que ver con la pérdida de bienestar social relacionada con el sufrimiento y el dolor que enfermedades como la diabetes generan a quienes las sufren y a las personas de su entorno.
Dada la dificultad de la traducir este tipo de costes a unidades monetarias, es recomendable, según ha explicado el experto, tenerlos en cuenta al menos en forma de indicadores no económicos, como pérdida de calidad de vida, grado de dependencia o discapacidad o índices de dolor.
Este triple impacto económico, sanitario y emocional de la diabetes se debe a dos factores. Por un lado, la diabetes es una de las enfermedades en la que el autocontrol por parte del paciente resulta más importante, pues necesita estar capacitado para controlar su nivel de azúcar en sangre, adecuar el tratamiento en consecuencia, practicar ejercicio físico, seguir una dieta equilibrada o prever y actuar en caso de hipoglucemias.
Por otro lado, una diabetes inadecuadamente controlada está asociada al desarrollo de otras muchas complicaciones, como enfermedades cardiovasculares, trastornos renales, retinopatía diabética con pérdida de visión o amputación de miembros inferiores, patologías todas ellas que hacen más dependientes a las personas que las padecen.