Silvia Lupiáñez, la popular presentadora que a principios de la década pasada logró convertirse en uno de los rostros más conocidos de la Televisión Canaria, ha fallecido en Almería tras varios años en tratamiento médico para controlar la diabetes que padecía.
Lupiáñez condujo durante años el programa La Guagua junto a Roberto Kampohff primero y junto a Carlos Castilla después, un espacio que llegó a alcanzar hasta un 40 % de audiencia.
El presentador de TVE Roberto Herrera fue quien primero colgó la noticia en las redes sociales. La propia madre de Silvia fue quien confirmó a Herrera su fallecimiento, al atender el móvil de su hija, al que el presentador había llamado para hablar con ella. "La diabetes la mató", señaló con tristeza.
Silvia, en 2013, comentaba en su blog cómo había sentido por primera vez los ataques de esta dura enfermedad, cuando una mañana se sintió incapaz de sobreponerse al sueño y al levantarse, muchas horas más tarde, sintió una sed tan acuciante que bebió "una garrafa de cinco litros en menos de una hora". Natural de Almería, creció "entre Gran Canaria y Tenerife", como ella misma solía decir en las entrevistas.
Pese a que en los últimos años había vuelto a vivir en Andalucía, conservaba el contacto con algunos de sus excompañeros. Al conocerse la noticia, Kamphoff comentaba en las redes sociales: "Me acabo de enterar y me he quedado frío. Hasta siempre compañera, compartimos mucho en el programa La Guagua y en tu querido Puerto de la Cruz. Descansa en paz, han sido años de lucha contra la enfermedad que te ha llevado al otro mundo. Adiós amiga, hasta siempre".
Pese a que cuando Kamphoff se marchó de La Guagua para embarcarse en una malograda aventura en Telecinco todo el mundo auguraba que el programa caería en barrena, lo único que hizo la audiencia fue subir. Eso dio pie a infinidad de comentarios malintencionados sobre que era ella, y no él, la clave del éxito. Sin embargo, Silvia jamás se cansó de defender la profesionalidad de su compañero, a la par que agradecía los muchos años en los que permaneció en antena sin bajar nunca del 25 % de share.
Desde que dejara el famoso programa, Silvia había montado una empresa –Gonsiland Comunicaciones– y seguía haciendo sus pinitos televisivos, como en la cadena Popular TV.