El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha anunciado un acuerdo con las farmacéuticas Lilly y Novo Nordisk para reducir significativamente el precio de los medicamentos GLP-1, utilizados tanto para el tratamiento de la obesidad como de la diabetes tipo 2.
Según la Casa Blanca, ambas compañías “han acordado ofrecer su medicamento más popular para la pérdida de peso GLP-1 con descuentos drásticos”.
Hasta ahora, su costo mensual supera los 1.000 dólares para muchos ciudadanos. Sin embargo, Trump ha señalado que el acuerdo permitirá reducir el precio a 150 dolares. Eso sí, el precio se aplicará exclusivamente a aquellas personas que accedan a través de del programa público de salud para personas mayores Medicare, el seguro médico para personas de bajos ingresos Medicaid, y la nueva plataforma TrumpRx, una herramienta digital lanzada por la actual administración para facilitar el acceso a medicamentos con descuentos.
En paralelo, el mandatario ha propuesto aranceles de hasta 200 % a medicamentos importados, como parte de su estrategia de relocalizar la producción farmacéutica dentro de Estados Unidos. Aunque esta medida aún no se ha implementado completamente, ya se han establecido aranceles del 15 % a productos farmacéuticos europeos como parte de acuerdos comerciales recientes.
El objetivo declarado por la Casa Blanca es reducir la dependencia de medicamentos importados, incentivar la producción nacional y controlar los precios. Sin embargo, expertos en salud pública y economía han advertido que los aranceles podrían tener un efecto inflacionario sobre los precios de venta al público, especialmente en el corto plazo.
De esta manera, el temor a redadas de ICE ha provocado ausencias escolares y pérdida de empleo entre familias latinas, según revela una encuesta nacional realizada en aquel país.
Los medicamentos GLP-1 han tenido una rápida adopción, especialmente entre personas con obesidad, diabetes tipo 2 o síndrome metabólico, ya que actúan regulando la sensación de saciedad y el control de la glucosa.
Marcas como Ozempic y Mounjaro, fabricadas por Novo Nordisk y Eli Lilly, respectivamente, se han popularizado en el mercado estadounidense y en otros países, aunque sus altos precios han sido objeto de debate en los últimos años.
La reducción anunciada apunta a mejorar el acceso a este tipo de tratamiento, especialmente entre usuarios de programas públicos y sectores con menos recursos.

