El profesor Adolfo García-Ocaña, investigador español que trabaja en Estados Unidos, es el líder de un grupo de investigadores que ha hallado un gen que tiene un papel fundamental en el desarrollo de la diabetes tipo 2. García-Ocaña está considerado como uno de los mayores expertos internacionales en materia de invstigación de diabetes.
El descubrimiento en EEUU de este gen que desempeña un papel primordial en el desarrollo de la diabetes tipo 2, al desvelar cómo las células beta pierden su identidad, y arroja luz sobre cómo progresa esta enfermedad.
Según se detalla en el estudio publicado en la revista Nature Communications, se ha identificado un nuevo objetivo terapéutico para la diabetes tipo 2, al tiempo que sus autores han explicado las causas por las que células productoras de insulina en el páncreas con frecuencia disminuyen en número con esta enfermedad.
En concreto, estos investigadores dirigidos por Adolfo García-Ocaña, estan convencidos de que “la secuenciación de ácido ribonucleico (ARN) de células individuales y de núcleo único puede ayudar a identificar subtipos específicos de células α y β implicados en el desarrollo y la progresión de la diabetes tipo 2. También puede revelar conjuntos de genes específicos que podrían participar en el proceso de desdiferenciación de células β que ocurre en la diabetes tipo 2, lo que proporciona objetivos terapéuticos adicionales para el tratamiento de la diabetes”.
En esta linea, los investigadores han añadido que “por el contrario -añaden a renglón seguido-, descifrar genes y vías específicos en subpoblaciones de células α, que pueden permitir su reprogramación en células productoras de insulina para terapias de reemplazo de células β, puede facilitar la identificación de nuevos objetivos para la terapia de la diabetes”.
Es conocido que los islotes pancreáticos son grupos de células que producen y liberan hormonas al torrente sanguíneo. Las células beta producen insulina, que reduce la glucemia, y las células alfa, glucagón, que la aumenta. Preservar este equilibrio hormonal es fundamental para regular los niveles normales de glucemia.
En el caso de la diabetes tipo 2, algunas células beta funcionan mal, olvidan su función y pierden sus características únicas, al tiempo que empiezan a comportarse más como las alfa, produciendo glucagón en lugar de insulina, lo que provoca una desregulación de los niveles de glucemia. Para desentrañar por qué las células beta sufren una crisis de identidad, estos científicos utilizaron técnicas avanzadas de secuenciación de ARN para analizar células de islotes individuales de 26 personas: la mitad con diabetes tipo 2 y la otra mitad sin ella.
Los investigadores clasificaron las células en subgrupos precisos y mapearon cómo un tipo celular se transformaba en otro con el tiempo. Así las cosas, el equipo descubrió cinco tipos distintos de células de los islotes, cada uno con su propia trayectoria y firma génica.
En los islotes sanos, algunas células siguen vías de ramificación que podrían llevar a la maduración como células alfa o beta, lo que sugiere flexibilidad en la identidad celular. Sin embargo, en los islotes diabéticos, esta fluidez se perdió, y las células beta se transformaron únicamente en células alfa. El equipo también identificó células AB que producen tanto insulina como glucagón.
Este inusual descubrimiento sugiere que estas células pueden evolucionar a células alfa o beta.
En estudios futuros, los investigadores explorarán cómo se produce la expresión de SMOC1 en las células beta en la diabetes tipo 2, qué la regula, cómo pueden controlar su expresión y los agentes potenciales que bloquean la actividad de SMOC1.
A este investigador español se le considera como uno de los mayores expertos internacionales en células productoras de insulina, y en la actualidad ocupa el lugar 41 de entre 31.022 investigadores que publican estudios científicos sobre este tema.
Su formación como médico empezó en la Universidad Autónoma de Madrid y gracias a una serie de becas, entre ellas varias de la Fundación Jiménez Díaz, amplió sus estudios en Yale (EE UU), Bruselas (Bélgica) y París (Francia), entre otros países. En su dilatada trayectoria profesional, el profesor Adolfo García-Ocaña ha ocupado puestos de gran responsabilidad, tanto en investigación como en docencia, en Nueva York y en Pittsburgh (EE UU).