Investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han desarrollado una nueva técnica de trasplante que consiste en extraer células de páncreas y modificarlas para que vuelvan a producir insulina. El tratamiento podría reducir las listas en enfermos de diabetes tipo 1 que esperan recibir un trasplante de páncreas.
El trasplante de islotes pancreáticos es un método que lleva empleándose desde hace años para el tratamiento de la diabetes tipo 1. Los islotes pancreáticos o islotes de Langerhans son concentraciones de células del páncreas, una de cuyas funciones es la producción de insulina y de otras hormonas para el sistema endocrino.
La diabetes tipo 1 hace que los islotes pancreáticos no sean capaces de producir insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en sangre.
Para que un paciente de diabetes tipo 1 reciba un trasplante de islotes pancreáticos, es necesario tomar células de islotes pancreáticos de dos donantes, pues no es posible extraer suficientes células de un único donante. Esto significa que un paciente puede esperar durante meses antes de que pueda realizarse un trasplante.
El nuevo método diseñado en la Universidad de Edimburgo podría reducir significativamente estas listas de espera; con lo que las células del páncreas de un único donante pueden ser convertidas en células de islotes pancreáticos en el laboratorio.
En un estudio publicado en el número de septiembre de la revista Diabetes, la revista de la Asociación Americana de Diabetes, los investigadores demostraron los resultados de su nuevo método. Tras extraer células de islotes pancreáticos y re-programarlas por medio de cultivos de laboratorio, las insertaron en ratones diabéticos; a partir de lo cual, las células funcionaron normalmente secretando insulina y normalizando los niveles de azúcar en sangre.
El nuevo tratamiento tan sólo requeriría de un donante de páncreas: en primer lugar habría un trasplante de células de islotes pancreáticos, seguido poco después de un segundo trasplante, una vez que se hubieran reprogramado suficientes células pancreáticas para producir insulina. Los resultados a largo plazo del tratamiento serían más duraderos, pues el número de islotes pancreáticos insertados es mayor que en el anterior tratamiento.
Existe en todo el mundo una gran escasez de órganos para trasplante; aunque el número de trasplantes de riñón, páncreas y otros órganos está aumentando en todo el planeta debido a la pandemia de diabetes tipo 2 que afecta tanto al primer como al tercer mundo.
La insuficiencia renal es uno de los problemas asociados a la diabetes. Incluso aquellos que pueden recibir un trasplante, se enfrentan a recibir inmunodepresores de por vida, lo cual lleva asociado mayor riesgo de diversas patologías además de no poder eliminar nunca por completo el riesgo de rechazo.
Asimismo, la cada vez mayor obesidad de la población está reduciendo el número de potenciales candidatos a donar órganos. En este sentido, poder reducir el número de donantes de páncreas de dos a uno podría ser de gran ayuda para reducir las listas de espera de trasplantes.