Descubren que las bombas de insulina reducen el riesgo de padecer cetoacidosis

Un estudio reciente que analiza las tendencias de los últimos 40 años ha encontrado una disminución sustancial en el riesgo de padecer cetoacidosis asociada con la infusión subcutánea continua de insulina en pacientes con diabetes tipo 1, o lo que es lo mismo con el uso de las bombas de insulina.

 

Este descubrimiento, publicado en la revista Diabetes Technology & Therapeutics, sugiere que en la última década, el riesgo relacionado con la terapia con bomba de insulina se ha vuelto mínimo, lo que refleja claros avances en el manejo y la tecnología de la diabetes.

En este sentido, los investigadores han descrito que «el riesgo de cetoacidosis diabética vinculada a la infusión subcutánea continua de insulina en la diabetes tipo 1 ha disminuido significativamente desde la década de 1980, con solo un riesgo mínimo observado en la última década».

La cetoacidosis es una complicación grave de la diabetes tipo 1, que ocurre cuando la deficiencia de insulina conduce a niveles incontrolados de glucosa en sangre, acumulación de cetonas y desequilibrio metabólico.

Las bombas de insulina se han venido utilizando normalmente para proporcionar un control de glucosa más preciso, motivo por el que preocupaba su posible asociación con la cetoacidosis, particularmente en años anteriores, cuando la tecnología era menos avanzada.

Para evaluar las tendencias a largo plazo, Bruce A. Perkins, del Instituto de Investigación Lunenfeld-Tanenbaum, perteneciente al Hospital Mount Sinai, de Toronto, Canadá, y sus colegas trataron de evaluar los cambios a largo plazo en el riesgo tras la implementación de los sistemas de infusión continua de glucosa en la década de 1980.

Con este propósito, los investigadores examinaron la relación entre el uso de bombas de insulina y la cetoacidosis desde 1983 a 2017, analizando los datos por cada década para los 1.441 participantes en el Ensayo de Control de Diabetes y Complicaciones/Estudio de Epidemiología de Intervenciones y Complicaciones de Diabetes.

Este estudio concluyó que la exposición a sistemas de infusión que varía en el tiempo se vinculó con un riesgo significativamente mayor de cetoacidosis en la década de 1980; mientras que, por el contrario, el riesgo de cetoacidosis no fue significativamente elevado en la década de 2010.

Es importante señalar que en este estudio no se evaluaron las nuevas tecnologías para la diabetes, como la monitorización continua de glucosa o los sistemas automatizados de administración de insulina, ya que estuvieron disponibles después del período de seguimiento del estudio.

El trabajo concluye que «si bien el uso de bombas de insulina en la década de 1980 se asoció con un riesgo de cetoacidosis más de cinco veces mayor, este riesgo se ha reducido significativamente y sigue siendo bajo desde principios de la década de 2000. Como resultado, los médicos pueden estar seguros de que el riesgo de cetoacidosis no debería obstaculizar el inicio de una terapia de infusión continua de glucosa en pacientes con diabetes tipo 1».

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