Una nueva terapia oral desarrollada a partir de un derivado de la berberina, no sólo mejora el control de la glucemia, sino que también tiene efectos beneficiosos sobre el metabolismo de los lípidos y la función hepática, mostrando resultados prometedores en un estudio de fase II.
De esta manera, el ursodesoxicolato de berberina (HTD1801), podría representar una solución para este tipo de tratamientos, según se desprende de un estudio publicado en la revista JAMA Network Open, que investigó la seguridad y eficacia de este fármaco en pacientes con diabetes tipo 2 inadecuadamente controlada.
El estudio de fase II, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo se llevó a cabo en 14 centros médicos en China, y en el mismo participaron un total de 113 pacientes con diabetes tipo 2, cuyo control de azúcar en sangre era inadecuado a pesar de las medidas dietéticas y de estilo de vida.
Los pacientes fueron distribuidos aleatoriamente en tres grupos: Grupo placebo, Grupo de dosis baja y Grupo de dosis alta de ursodesoxicolato de berberina dos veces al día, en un tratamiento que duró doce semanas.
El criterio de valoración principal fue el cambio en la HbA1c, mientras que los criterios de valoración secundarios incluyeron glucosa plasmática en ayunas, lípidos sanguíneos, enzimas hepáticas y parámetros cardiometabólicos. La conclusión fue que l derivado de berberina redujo el azúcar en sangre y mejoró los valores metabólicos.
En general, la terapia fue bien tolerada y el 97,3 % de los pacientes completaron el estudio regularmente, con un os efectos secundarios como trastornos gastrointestinales leves, que se produjeron principalmente en el grupo de dosis alta. Por contra, no hubo casos de hipoglucemia grave ni de aumento de peso, ambos efectos secundarios comunes de los medicamentos antidiabéticos establecidos.
Tras la ingestión oral, el fármaco se descompone en dos componentes y ejerce su efecto a través de diversos mecanismos. De esta manera, la berberina activa la quinasa AMP, inhibe el inflamasoma NLRP3 y modula el receptor de insulina, lo que mejora la sensibilidad a la insulina y estabiliza la homeostasis de la glucosa.
Por su parte, el acido ursodesoxicólico reduce la resistencia a la insulina, promueve la secreción de insulina, apoya la función hepática, y tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Este doble modo de acción hace que el ursodesoxicolato de berberina sea un candidato potencial para el tratamiento de la diabetes y enfermedades metabólicas y hepáticas.
La berberina es un alcaloide vegetal que se ha utilizado en la medicina tradicional china y ayurvédica durante siglos, y debido a sus potenciales efectos metabólicos, goza de una creciente popularidad en los países occidentales. En la actualidad, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) está revisando la seguridad de los productos de berberina, ya que se están discutiendo posibles interacciones farmacológicas y posibles efectos adversos en el hígado y el tracto gastrointestinal.
Este estudio de fase II confirma el potencial del derivado de la berberina como una opción terapéutica innovadora para la diabetes tipo 2. En este sentido, el autor del estudio, el profesor Linong Ji de la Universidad de Pekín, ha destacado que «estos resultados sugieren que esta nueva clase de sustancias no solo permite un control eficaz de la glucemia, sino que también puede influir positivamente en los riesgos cardiometabólicos».