Dormir las horas suficientes no solo es clave para mantener una mente y cuerpo sanos, sino que también podria ser un factor crucial para evitar enfermedades como la diabetes. Ahora, una reciente investigación de la Universidad de Uppsala en Suecia ha revelado la relación directa entre la cantidad de horas de sueño y el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
En los últimos años, diversos estudios ya habían puesto en evidencia cómo la falta de sueño afecta negativamente la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en sangre, lo que puede llegar a desencadenar una diabetes tipo 2 si no se controla a tiempo.
Ahora, los resultados de este nuevo estudio de la Universidad de Uppsala, han confirmado que dormir menos de seis horas al día no solo afecta la energía y el bienestar diario, sino que además podría desestabilizar los niveles de glucosa en sangre, exponiendo al cuerpo a un mayor riesgo de sufrir diabetes y otras enfermedades cardiovasculares.
Para entender cómo la falta de sueño está relacionada con la diabetes, es importante recordar que la glucosa o azúcar en sangre es una fuente vital de energía para el cuerpo, y que cuando los niveles de glucosa permanecen elevados durante largos periodos de tiempo, esto puede generar daños significativos en órganos como el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.
La clave para mantener estos niveles bajo control está en la insulina, la hormona que regula el azúcar en la sangre, y es aquí donde entra al juego el sueño, ya que la falta del mismo interfiere con la capacidad del cuerpo para producir insulina y mantener una sensibilidad adecuada a esta hormona.
Estudios previos ya habían demostrado que cuando una persona duerme menos de lo necesario, su sensibilidad a la insulina se ve reducida, lo que provoca que el cuerpo no procese adecuadamente la glucosa. De esta manera, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas por noche para mantener un buen estado de salud.
En este sentido, la neuróloga Dalia Lorenzo, miembro del Instituto de Neurociencia de Miami, ha explicado que "hay trastornos del sueño que pueden aumentar el riesgo de diabetes", para pasar a advertir que que no solo es importante dormir suficiente, sino que "también es esencial tener un sueño de calidad, ya que esto influye en la sensibilidad a la insulina y en el control del azúcar".
Cuando una persona no duerme lo suficiente o tiene un sueño interrumpido, su cuerpo entra en un estado de estrés, lo que activa la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Estas hormonas aumentan los niveles de glucosa en sangre al hacer que el cuerpo entre en "modo supervivencia", liberando más energía en forma de azúcar para hacer frente a la falta de descanso. Este proceso repetido noche tras noche puede desencadenar en problemas serios, entre ellos el desarrollo de diabetes tipo 2.
La recomendación general, basada en los estudios de la Universidad de Uppsala, indica que dormir menos de 6 horas puede tener un impacto negativo en los niveles de glucosa en sangre; de manera que para prevenir la diabetes y mantener controlados estos niveles, es fundamental no solo dormir una cantidad suficiente de horas, sino también asegurarse de que el sueño sea de calidad, lo que significa tener un sueño continuo, sin interrupciones, y en un ambiente adecuado.
Además, el descanso insuficiente afecta negativamente el funcionamiento de otras hormonas clave como la leptina y la grelina, que regulan el apetito, de manera que cuando no se duerme lo suficiente, se tiende a comer más y a consumir alimentos ricos en carbohidratos y azúcares, algo que puede llevar a un aumento de peso y a un mayor riesgo de diabetes.