Un estudio realizado en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México, muestra que las propiedades de algunas plantas del género Tillandsia, como el heno, podrían disminuir los niveles de glucosa en los pacientes con diabetes.
La especialista en taxonomía de esa institución, María Flores Cruz explicó que las Tillandsias crecen en forma abundante sobre otro tipo de planta o árbol sin causarles ningún daño; y en México existe un grupo de alrededor de 200 especies.
La investigadora señaló que más de 75 % de ellas son raras o exóticas, y un 25 % son plantas medicinales que atienden enfermedades como la diabetes y el cáncer, ambas afecciones causantes de miles de muertes.
De ahí la preocupación de estos investigadores por identificar y corroborar las propiedades de esas plantas, en especial de aquellas que habitan en el Parque Nacional Sacramonte, un área natural protegida localizada al oeste de Amecameca, Estado de México, donde desde hace dos años empezaron un diagnóstico en relación a la enorme cantidad de especies medicinales y en categoría de riesgo existentes.
"La cercanía de ese lugar con la capital del país nos permite recolectar el material de estudio y platicar con la gente de dicha comunidad respecto al conocimiento tradicional y medicinal de esas plantas", expresó.
Esos resultados alentadores se dieron tras realizar diversas pruebas de laboratorio, las cuales consistieron en obtener un extracto de la planta y suministrarlo en dosis definidas a los ratones. Al observarlos, indicó, los animales continuaron vivos pese a las diferentes dosis aplicadas y mostraron un comportamiento normal.
"Es una respuesta muy favorable, porque significa que la planta no es tóxica", expuso. Aunque los datos arrojaron resultados prometedores, la titular del proyecto insistió en que es necesario comprobar la toxicidad en su totalidad porque, reiteró, podría tener efectos secundarios muy fuertes al probarlo en las personas.
Antes de dar ese siguiente paso, Flores Cruz dijo que también es importante revisar los órganos de los ratones para ver si hay alguna concentración de las sustancias suministradas o del metabolito secundario. "Nosotros tenemos puestas nuestras esperanzas para que estas plantas puedan usarse en beneficio de la gente y, probablemente, a un bajo costo, porque estaría en sobres de té o capsulas", puntualizó.
La investigadora reiteró que esas plantas carecen de raíces funcionales y, por tanto, solo necesitan al árbol para sostenerse, sin alimentarse de este, como algunas personas lo piensan. "De manera que en nuestro país existe una idea errónea hacia este tipo de plantas, ya que llegan a satanizarlas en varios lugares porque creen que secan los árboles", mencionó.
Estas "plantas aéreas" se alimentan de la humedad y de las partículas del aire, pues tienen la capacidad de absorber los contaminantes o metales pesados y, de esta manera, limpiar el ambiente. "Es importante atender esa situación o desconocimiento porque esas especies están siendo desperdiciadas o devaluadas en México, mientras que personas o investigadores de otros países aprovechan sus propiedades medicinales", indicó.
Agregó que el heno, por ejemplo, es recolectado de forma ilegal y algunas poblaciones naturales están en riesgo de desaparecer y, a pesar de ello, sigue fuera de la NORMA 059 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Flores Cruz puntualizó que el estudio de estas especies requiere del trabajo de un grupo multidisciplinario y, por ello, la UAM colabora con especialistas del Colegio de Postgraduados (Colpos), farmacólogos, ingenieros en alimentos y médicos, entre otros.