La canela es una planta originaria de Sri Lanka que pertenece a la familia de las lauráceas, de la que se obtiene una especia que lleva el mismo nombre, y que se puede encontrar en forma de barritas o en polvo. Sey utiliza mucho para aromatizar alimentos, especialmente postres, ya que tiene un sabor dulce sin contener mucho azúcar, lo que le hace especialmente indicada para los diabéticos.

Además, se trata de una especia que se ha utilizado como medicina desde la antigüedad, ya que es rica en propiedades buenas para todo el organismo, hasta el punto de que puede ser una panacea para quienes sufren de colesterol alto, un síntoma de enfermedad cardiovascular, o diabetes.

Así las cosas, la canela se convierte en un excelente antiinflamatorio con propiedades antibacterianas, lo cual ya sería suficiente para tomarla regularmente. Sin embargo, según algunos estudios recientes, esta especia ha demostrado ser capaz de actuar sobre el colesterol y el azúcar en sangre, reduciéndolos notablemente.

Según un experimento de la Asociación Americana de la Diabetes, un grupo de personas tomó sólo unos gramos de canela al día durante meses, para ver cómo sus niveles de azúcar en sangre descendieron tomando dosis de entre 1,3 y 5 gramos al día.

Del mismo modo, la canela también puede actuar reduciendo el colesterol malo, y quienes con regularidad se benefician no sólo de la reducción de este colesterol malo (LDL), sino también de la disminución de los triglicéridos y, en consecuencia, del colesterol total, lo que previene las enfermedades cardiovasculares.

La canela se puede utilizar en polvo para dar sabor a los alimentos, o se pueden hacer infusiones por la noche antes de acostarse.

Una rama de canela empapada en agua caliente puede ayudar, al igual que añadir una cucharadita de canela a tu té de hierbas favorito.

Además, la combinación de canela con limón u otras especias, puede crear una potente mezcla medicinal.