Investigadores españoles han desarrollado una estrategia basada en la actividad de un compuesto, el FM19G11, sobre la vía PI3K/Akt. Según estudios publicados con anterioridad, "este compuesto, en condiciones de normoxia, es capaz de activar la expresión de una proteína (de la subunidad 1alfa del factor inducible por hipoxia) a través de mTOR", ha declarado Marian El-Assar, de la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe, en Madrid.
La importancia de este trabajo radica, según la investigadora, en la identificación de una vía, la PI3K/Akt, como una posible diana plausible para intervenir sobre ella, ya que "la molécula FM19G11 es capaz de revertir la disfunción endotelial en una situación de resistencia a la insulina", según el modelo experimental con disfunción endotelial y sin obesidad.
También mejora la resistencia a la insulina, así como en otras situaciones asociadas a disfunción endotelial, como la disfunción eréctil, aspecto investigado por Javier Angulo, del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
Para Rodríguez Mañas, la utilidad de los datos de este modelo de resistencia a insulina, trasladados al ámbito clínico, podrían beneficiar a dos grupos: los pacientes con diabetes tipo 2, en los que este fenómeno juega un papel fundamental, junto a los ancianos frágiles, "en los que se ha visto que la resistencia a la insulina, a través de vías no exactamente iguales a las que rigen en la diabetes tipo 2, es un factor inductor, predictor o mecanismo fisiopatológico que conduce a la fragilidad por diferentes mecanismos".
Los fármacos que se estudian para fragilidad están actualmente en fases muy preliminares de desarrollo, pero básicamente inciden sobre la capacidad de generar músculo, como los monoclonales antimioestatina y otros antimiocinas.
Inicialmente podría indicarse en todos los ancianos frágiles, y con mayor fundamento en aquellos con diabetes, ya que esta alteración se asocia a su vez a fragilidad: los ancianos con diabetes tienen el doble de riesgo de ser frágiles, en comparación con los que no son diabéticos.
Los estudios también han acaparado el tejido vascular, aspecto interesante porque, a su vez, la disfunción endotelial se asocia a la fragilidad. Las enfermedades arterioesclerótica clínica y subclínica se han relacionado con fragilidad, pero no había datos que asociaran disfunción endotelial -estadios muy precoces del daño vascular- y fragilidad, fenómeno identificado hace unos años por el equipo de Getafe.
Ahora han demostrado, con resultados pendientes de publicación, que "la disfunción endotelial también predice su riesgo de desarrollo".