Un grupo de estudiantes de Cantabria denominado Girlsgang, pertencientes al Colegio Calasanz-Escolapios, y mentorizado por Tecnisa Campos, han presentado el DiaB-Watch, un reloj conectado a un medidor continuo mediante bluetooth con el que pretenden lograr que el control de los valores de azúcar en sangre sea mucho más fácil de medir, tanto para los pacientes que sufren diabetes tipo 1, como para los médicos que realizan ese seguimiento.
La tecnología está programada de tal manera que emite una señal en caso de superarse los niveles establecidos para cada persona de hipo/hiperglucemia, con un modus operandi similar al de un pulsómetro al realizar running. El avance que plantean supone un cambio radical en la forma de convivir con esta enfermedad, al tratrse de un antes y un después en el modo de vida de los pacientes, puesto que de esta forma no tendrán que estar pendientes todo el día de controlar los niveles a través de diferentes aparatos como móviles, sensores, etc.
El grupo de estudiantes también ha desarrollado una aplicación vinculada a un portal en la que el paciente tiene acceso a toda la información de su historial. En caso de que se apagase el reloj, han previsto el uso de una App idéntica para el teléfono móvil, en el que se puede seguir el diagnóstico las 24 horas.
Su proyecto parte de la base de que miles de personas padedecen diabetes, una cifra que, desafortunadamente, no deja de crecer.
El dispositivo, que tiene el tamaño y la apariencia de un reloj de pulsera, puede medir desde la cifra de glucosa en sangre, hasta la flecha de tendencia o el período en objetivo o el promedio en mg/dL, pasando por los niveles de forma continua como las pulsaciones o indicar la posición GPS, entre otras prestaciones.
Con la compra del dispositivo el usuario cuenta con la atención de un servicio de emergencias las 24 horas del día a través del cual, y en caso de alerta, se avisa a un equipo de paramédicos mediante la geolocalización. Esta información proporciona una lectura mucho más precisa que las existentes, que se realizan con unos aparatos más incómodos y voluminosos.
El grupo ha mostrado su preocupación ante la rutina de los pacientes puesto que ven alterados sus ritmos de estudio, trabajo, ocio; y exponen que no solo supone una interrupción en su actividad, sino que esta parada les afecta a nive emocional por la convivencia con este hábito.
Las estudiantes también han contemplado casos concretos como el de las personas que atraviesan esta enfermedad de forma transitoria. Un claro ejemplo es la diabetes gestacional que se vigila para evitar los problemas derivados de un mal control –a medio y largo plazo– procedente de los niveles de azúcar que se traducen como: úlceras, daños en órganos internos y pie de diabético.
DiaB-Watch ha sido presentado en la Consejería de Sanidad como un proyecto experimental en vías de desarrollo, que ha obtenido el reconocimiento y la aprobación por la iniciativa académica por parte del Gobierno de Cantabria.
