Una diabetes de nueva aparición y la pérdida de peso, especiualmente en personas a partir de 60 años, podrían resultar en síntomas de alerta de que un paciente puede estar iniciando un cáncer de páncreas.
En este sentido, el jefe de la Sección de Cirugía Pancreática del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, Miguel Ángel Suárez, ha advertido de que el carcinoma ductal de páncreas, es decir, la patología más frecuente a operar, se encuentra en franco crecimiento en los últimos años, y los datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) no dejan lugar a dudas.
Pero hay más síntomas a los que estar atentos a partir de los 60 años, tales como trastornos del comportamiento a partir de esas edad, cambios de humor, tendencias a la depresión, o a la tristeza, que pueden ser el signo de la enfermedad. En este sentido, Suárez se ha referido a cambios en la capacidad digestiva o en las digestiones, de forma que «personas que nos dicen yo con lo bien que estaba y comía de todo, llevo dos meses que, al revés, todo me sienta mal», pueden llegar a padecer ictericia indolora, es decir, cuando el paciente «se pone amarillo».
El páncreas es un órgano que tiene una doble función: por un lado, señala Suárez, es endocrino, ya que en él se sintetizan hormonas muy importantes como la insulina, pero también tiene una función exocrina, de forma que genera jugos pancreáticos, ricos en bicarbonato, que compensan la acidez de los jugos gástricos, además de ayudar sus enzimas a la digestión de hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Además, este cirujano señala que «este tipo de cáncer es la única neoplasia que en los últimos 25 años no ha modificado su mal pronóstico», recalca, y cuenta que, cuando él comenzó como cirujano, compartía este dudoso honor con el cáncer de esófago y el de colon con metástasis hepática, dos tipos de patología que hoy «tienen muchas más opciones terapéuticas: los pacientes viven, curamos más, desgraciadamente, que con cáncer de páncreas».
Hay más factores de riesgo, como son el consumo elevado de alcohol, la diabetes de larga evolución, el tabaquismo y la obesidad. «Estamos viendo un aumento en general del número de neoplasias (tumores) y se piensa que la obesidad es un factor que lo está favoreciendo», recalca el especialista para añadir la predisposición genética.
La cirugía del páncreas es de muy alta complejidad y exigencia técnica, y consiste en la extirpación o resección de parte o del total del órgano, ya que el páncreas es un órgano que está localizado anatómicamente en la profundidad de la cavidad abdominal y tarda en dar síntomas y, cuando los da, suele estar ya en un momento avanzado, de modo que, de los nuevos casos de cáncer de páncreas que la medicina diagnostica, desgraciadamente sólo se pueden resecar el 20 % de ellos.
Después, la cirugía se complementa con tratamiento quimioterápico o inmunoterapia, así como, en algunos casos, radioterapia. «Se complementa la oncología médica y radioterapia, complementa lo que el cirujano no ve, que es la célula», destaca el especialista, que ha recordado que hoy, gracias a los «TAC y las resonancias estamos diagnosticando tumores de páncreas en pacientes asintomáticos a los que se les ha hecho un estudio por otro motivo».
En España, se diagnostican en torno a 10.000 nuevos casos anuales y fallecen entre 4.000 y 5.000 personas por esta causa.